En Venezuela, Gobierno y oposición continúan diálogos a puerta cerrada

El vicepresidente de Venezuela, Jorge Arreaza, y dirigentes de la opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD) iniciaron un encuentro privado ayer, en el marco de un diálogo impulsado por la Unasur tras más de dos meses de protestas antigubernamentales que dejaron, hasta ahora, un total de 41 muertos.

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CARACAS (AFP).La televisora estatal mostró imágenes de Ramón Guillermo Aveledo, secretario ejecutivo de la MUD, junto con Arreaza y acompañados de los cancilleres de Colombia, María Ángela Holguín, y de Brasil, Luiz Alberto Figueiredo, que participaron como facilitadores en nombre de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur).

El martes Aveledo dijo a la prensa que en este encuentro insistirían en la necesidad de que el Gobierno otorgue una amnistía que dé la libertad a presos que la oposición considera “políticos”, demanda que ha sido rechazada por el mismo presidente Nicolás Maduro.

La oposición insiste particularmente en la liberación de Iván Simonovis, un excomisario policial en prisión desde hace una década y señalado de ser el responsable de la muerte y lesiones a civiles cuando el intento de golpe de Estado de abril de 2002 contra el entonces presidente Hugo Chávez.

La vicepresidencia, al informar a la prensa de este encuentro, precisó que la reunión realizada ayer jueves era “para escuchar a las víctimas” de ese golpe de Estado.

Se esperaba que tras la reunión, que será de carácter privado, Gobierno y oposición hagan declaraciones por separado y sin posibilidad de preguntas de la prensa.

Cuarta reunión

Esta fue la cuarta reunión entre Gobierno y oposición desde el 7 de abril, cuando celebraron su primer encuentro a puerta cerrada, tres días después encabezaron un prolongado debate difundido por radio y televisión y el pasado martes una reunión privada. Maduro participó en los dos primeros encuentros, mientras que la semana pasada la delegación del Gobierno fue encabezada por el vicepresidente Arreaza.

Las protestas antigubernamentales, que dejaron 41 muertos y más de 600 heridos, mantienen algunos focos esporádicos en la zona este de Caracas.

En otro orden, los anuncios del presidente venezolano Nicolás Maduro para tratar de sacar a su país de la crisis económica fueron recibidos con escepticismo por analistas que los consideran un simple paliativo, y con esperanza por empresarios que quieren creer en el futuro de sus negocios.

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