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MIAMI (AFP). Mientras el huracán Irma azotaba Cuba tras dejar 25 muertos en el Caribe, millones de floridanos evacuaban hacia el norte de Estados Unidos para escapar de su furia.
La llegada de este ciclón a Estados Unidos se produce a dos semanas de que el huracán Harvey provocara la muerte de unas 60 personas y daños por hasta 180.000 millones de dólares en Texas y Luisiana.
Al cierre de nuestra edición, las autoridades alertaban de posibles tornados y del peligro de marejadas que superarían los 4,5 metros sobre el nivel normal del mar en un estado sin elevaciones geográficas.
El trayecto del huracán había cambiado ligeramente luego de descender a categoría 4, primero, y a 3 después. Pero no se descarta que retome fuerza antes de pegar al estado de Florida, debido a que este ciclón es muy ancho.
El archipiélago de Los Cayos es particularmente vulnerable al aumento del nivel del mar por su baja altura, por lo que “será extremadamente difícil sobrevivir si alguien está en Los Cayos”, advirtió el gobernador de Florida, Rick Scott.
El ojo de Irma debería situarse en medio del estrecho de Florida.
Huracán José
Las islas caribeñas de San Martín (destruida al 95% por Irma) y San Bartolomé, ya devastadas por el paso de Irma, se preparaban anoche en una carrera contrarreloj ante la llegada del huracán José, que interrumpirá las labores de rescate.
En estas islas, donde se decretó la alerta roja, el paso de José comportará “olas potentes, cuyos puntos más bajos alcanzarán entre 6 y 8 metros, fuertes lluvias tormentosas y ráfagas de viento de hasta 130 o 150 km/h”, según la agencia francesa Météo France.
El paso de dos huracanes “tan potentes” al mismo tiempo por el Atlántico no tiene “precedentes conocidos”, declaró el meteorólogo de Météo France Frédéric Nathan.