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CARACAS (AFP). En contrapartida a la profundización de la crisis, Maduro anunció la noche del lunes un nuevo plan contra la escasez, al mando del ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, y en el que los ministros quedarán subordinados a este general del Ejército.
El economista Jesús Casique ve en ello un desplazamiento administrativo de los civiles por los militares, que “son los que están sosteniendo a Maduro” ante su baja popularidad.
Puertos, aeropuertos y varias empresas amanecieron con fuerte presencia de efectivos de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), que fiscalizan la distribución de productos básicos en varios estados del país.
“No me gusta la intervención militar en cuestiones civiles, pero este es un asunto de seguridad y defensa de la nación”, declaró Padrino López. “Es un asunto de disciplina”, agregó.
Maduro argumenta que los militares pondrán orden, pues acusa a la empresa privada de controlar 93% de la distribución de productos básicos y de estar “pulverizando” todo el sistema con el acaparamiento y la especulación.
“No hay ningún cambio relevante, excepto la profundización de ese modelo que hasta ahora lo que ha hecho es destruir la capacidad productiva”, afirmó el economista Luis Vicente León.
El aumento del poder de los militares en la política –comandan 10 de una treintena de ministerios– y en la economía desató fuertes críticas.
Amenaza “la tranquilidad y la paz”, consideró ayer la Conferencia Episcopal, mientras el presidente del Parlamento, Henry Ramos Allup, señaló que refuerza “la nefasta imagen del pretorianismo”.
Por otro lado, Citibank confirmó ayer que cancelará una cuenta de pago del Banco Central de Venezuela (BCV), tras realizar una evaluación de “gestión de riesgo” en el país.
A través del Citibank, Venezuela paga todas las cuentas en Estados Unidos y en el mundo, advirtió Maduro, lo que pone al país en serios aprietos pues debe buscar con urgencia otro banco corresponsal para evitar quedar al margen del sistema financiero internacional.