Cargando...
En Serbia, las autoridades advierten de que la alerta seguirá en los próximos cinco o seis días, un período tras el que se espera una paulatina bajada de los niveles del Sava y otros ríos de las zonas críticas, sobre todo en el oeste y centro del país balcánico.
Las autoridades serbias elevaron ayer a 33 el número de fallecidos encontrados en las zonas afectadas, de los que 13 son víctimas directas de las inundaciones, pero las cifras exactas se conocerán recién después de las autopsias.
En 19 municipios de Serbia es todavía grave la situación, en especial en Obrenovac, la ciudad más afectada, de la que fueron evacuadas 25.000 personas y que aún está bajo el agua en un tercio de su superficie.
Mientras, se intensifica la limpieza de las zonas de las que se ha retirado el agua, para prevenir brotes de epidemias o infecciones.
Solo en Obrenovac, cercana a Belgrado, han sido recogidas hasta ahora más de 200 toneladas de cadáveres de animales.
Serbia deberá afrontar un gran desafío para combatir los efectos de las riadas, que causaron enormes daños materiales y destrucción en las infraestructuras.
En la vecina Bosnia-Herzegovina, donde han muerto al menos 24 personas, todavía hay zonas inundadas en el norte, en torno al Sava, pero el agua sigue remitiendo paulatinamente.