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Citando cifras del ejército israelí, HRW afirmó que unos “1.500 cohetes fueron disparados hacia Israel entre el 14 y el 21 de noviembre”, de los cuales “al menos 800 alcanzaron Israel y 60 zonas pobladas”.
Estos ataques “mataron a tres civiles israelíes, hirieron al menos 38 personas, algunas de ellas de gravedad, y destruyeron propiedades de civiles”, señaló HRW, que destacó que los cohetes disparados desde Gaza “no alcanzaron los objetivos previstos en Israel y mataron aparentemente a dos palestinos”.
“Grupos armados dijeron claramente en sus comunicados que su objetivo era alcanzar a civiles”, recordó en un comunicado Sarah Leah Whitson, directora para Oriente Medio de HRW. “No existe sencillamente justificación legal alguna para disparar cohetes hacia las zonas pobladas”, añadió.
En tiempos de guerra, “los civiles e infraestructuras civiles no deben ser blanco de ataques deliberados o de ataques que no distinguen entre civiles y objetivos militares”, señaló la nota.
Recientemente, HRW responsabilizó a Israel del ataque a una casa en el que murieron 12 palestinos y denunció al ejército israelí por haber “violado las leyes de la guerra” durante su operación de noviembre en Gaza.
Las Fuerzas Armadas israelíes dijeron en respuesta a HRW que “actúan de acuerdo con las leyes del conflicto armado, a pesar de violaciones deliberadas y abusos constantes de estas leyes por parte de las organizaciones terroristas en la Franja de Gaza”.
Las hostilidades se saldaron con la muerte de 177 palestinos, de los cuales más de un centenar eran civiles, y de seis israelíes (cuatro civiles y dos militares), según balances de los dos campos.