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Las relaciones bilaterales entre Paraguay y Venezuela se encuentran en un histórico “enfriamiento” desde el 22 de junio pasado tras el juicio político al expresidente Fernando Lugo. Por considerar una ruptura democrática, el Mercosur decidió suspender a Paraguay y aprobar el ingreso de Venezuela al bloque sin el consentimiento del Congreso paraguayo.
Asimismo, el gobierno venezolano decidió retirar su embajador de Asunción. El nuevo gobierno de Federico Franco no se quedó atrás y declaró “persona no grata” al entonces canciller de Venezuela, actual candidato presidencial Nicolás Maduro, porque supuestamente trató de arengar a las Fuerzas Armadas paraguayas para que no acepten la destitución de Lugo. Como consecuencia el gobierno del extinto presidente Hugo Chávez ordenó la expulsión de diplomáticos paraguayos y Asunción hizo lo propio.
Sobre la situación en el Mercosur, el canciller Fernández Estigarribia anunció que tras las elecciones generales del 21 de abril y con el gobierno electo, la Cancillería nacional escuchará las propuestas sobre la situación del Paraguay en el bloque económico. Dijo que se deben tomar decisiones de envergadura, sobre todo jurídicas, de común acuerdo con el próximo gobierno.
“Nosotros encontraremos los medios de convocar a las autoridades electas que ellos designen, las personas con quienes tenemos que conversar”, sostuvo.