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LA HABANA (ANSA). Un segmento de la Revista Informativa, un programa matutino de la televisión estatal, trató sobre el tema “Laboriosidad” y dentro de éste sobre el bajo poder adquisitivo de la gran mayoría de los salarios en Cuba.
“El salario, no es un secreto, no garantiza ‘del todo’ la satisfacción de las necesidades básicas de las personas en nuestra sociedad”, se declara en el programa de la TV estatal.
La profesional que aparece declarando estimó que en Cuba “hay mucha gente que adora el trabajo que realiza”, pero “no encuentra en ese espacio la satisfacción económica”.
Lamentó los “malestares” que causa esa situación del bajo poder adquisitivo salarial el cual, dijo, “puede tener un impacto negativo en la vida laboral de los sujetos”.
Explicó que cuando no alcanza el salario, los ciudadanos suelen darle “más importancia a la parte económica, que ponen como centro” y apelan a soluciones “deshonestas” vinculadas a ilegalidades.
“Muchas veces echan por tierra las cuestiones importantes” como la honestidad y el amor al trabajo y se guían por la máxima de que “el fin justifica los medios”, agregó en referencia a las numerosas actos de corrupción de la maquinaria estatal, admitido por el propio Gobierno.
Una conclusión del programa es que el tema es “polémico” y “hay que debatirlo socialmente”. “Es un reto, una polémica para resolver entre todos”, dijo.
El salario medio se elevó en Cuba de 387 pesos nacionales, en 2006, a 466 en 2012, esta última cifra es equivalente a alrededor de 20 dólares.
Existe un circulante, denominado CUC, que circula junto a la moneda convencional, y está casi a la par con el dólar, vale 24 pesos, y puede comprarse en casas de cambio estatales por esa cifra.
El estado, el mayor administrador nacional, paga sus salarios en pesos, en tanto que sectores de la población consiguen el CUC por pagos extras estatales a algunos empleados y profesionales, como propietarios de negocios en el sector privado o por remesas que les envían familiares desde el extranjero.
La dualidad monetaria causa además que una gran parte de la población, incluyendo profesionales, ganen salarios por debajo de sus necesidades.