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Las actitudes del candidato conservador se mantienen en su línea, pero el candidato socialista se aleja de sus posturas políticas para buscar simpatías en el entorno religioso.
Bolsonaro, favorito para vencer las elecciones, se comprometió con la defensa de los valores de la familia en un encuentro con el arzobispo de Río de Janeiro, Joao Orani Tempesta, mientras que el socialista se comprometió a no presentar un proyecto de ley para legalizar el aborto en una reunión con líderes evangélicos.
Ambos centraron sus campañas ayer en busca del voto de los fieles en el país con el mayor número de católicos en el mundo pero también en el que más crecen los evangélicos.
Según los datos del último censo, el porcentaje de brasileños que se declara católico cayó desde el 91,8% en 1970 hasta el 64,6% en 2010, mientras que el de evangélicos saltó desde el 5,2% hasta el 22,2% en el mismo período.
Según un sondeo divulgado esta semana, el favoritismo de Bolsonaro entre los evangélicos llega al 66%, frente al 24% de Haddad, mientras que entre los católicos el conservador tiene un 48% y su rival un 42%.
Tras su encuentro con el arzobispo de Río de Janeiro, Bolsonaro dijo que “asumimos un compromiso en defensa de la familia, en defensa de la inocencia de los niños en las escuelas, en defensa de la libertad de las religiones y contra el aborto y la legalización de las drogas. Son compromisos que están en el corazón de todos los brasileños de bien, independiente de religiones”, afirmó.
Haddad, por su parte, se reunió ayer con líderes evangélicos y firmó un manifiesto en el que se comprometió a no impulsar la legalización del aborto si vence en las presidenciales.
Bolsonaro, el más votado en la primera vuelta con el 46%, es el favorito para el balotaje del 28 de octubre, con el 59% de la intención de votos, mientras Haddad logró el 29% de los votos en la primera vuelta y tiene el 41% de apoyo para la segunda.