Cargando...
Decenas de miles de fieles llenaron la plaza de San Pedro en el Vaticano en un servició que rindió honor a la pequeña monja, que trabajó con los más necesitados del mundo en la ciudad india de Calcuta y se convirtió en una de las caras más reconocibles del siglo XX.
Premiada con el Nobel de la Paz, su legado enfatiza una Iglesia humilde que sirva a los pobres, y las festividades en su honor son un acontecimiento señalado en el Santo Año de la Misericordia, que se celebra hasta el 8 de noviembre.
Bajo un retrato de la monja colgado en la basílica de San Pedro, Francisco dijo que ella fue una “dispensadora de misericordia divina”.
Unas 120.000 personas acudieron a la ceremonia, según estimaciones del Vaticano.