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CIUDAD DEL VATICANO (AFP, EFE). El Papa condenó la eugenesia aplicada para realizar ciertos abortos, es decir, la intención de buscar la depuración genética, eliminando al niño por nacer si presenta alguna condición no considerada apropiada.
“He oído decir que está de moda, o al menos es habitual, realizar exámenes durante los primeros meses del embarazo para ver si el niño está bien, o si nacerá con algo (con algún problema), y que la primera opción (en ese caso) es deshacerse” de él, declaró el Papa al recibir en el Vaticano a representantes de asociaciones familiares.
“En el siglo pasado, todo el mundo se escandalizó por lo que hacían los nazis para preservar la pureza de la raza. Hoy, hacemos lo mismo con guante blanco”, declaró el Pontífice.
Francisco refirió que “los hijos son el don más grande” y deben ser “acogidos como vienen, como Dios los manda, como Dios los permite, aunque a veces están enfermos”.
Francisco denunció que este “homicidio de niños” es “para tener una vida tranquila” y recordó que cuando era joven una profesora de Historia enseñaba lo que hacían en la polis griega de Esparta cuando nacía un niño con malformaciones, que “lo subían a una montaña y lo arrojaban abajo”.
“Y nosotros quedábamos perplejos. ‘¡Pero cómo se puede hacer eso, pobres niños!’. Es una atrocidad. Hoy hacemos lo mismo”, lamentó Jorge Bergoglio, que consideró que, por ejemplo, “no se ven muchas personas con enanismo” porque “el protocolo de muchos médicos, muchos no todos” es plantear el aborto.
“El protocolo de numerosos médicos dice: nacerá con una anomalía, deshagámonos de él”.
Pronunciándose acerca de la cuestión de la familia, el Papa observó que “hoy hablamos de familias diversificadas, de diversos tipos de familias. Sí, es verdad (...) también nos referimos a la familia de las estrellas, la familia de los animales”.
“Pero, la familia, según Dios, hombre y mujer, solo hay una”, continuó Jorge Bergoglio.
“La familia es una bella aventura y hoy, y me duele decirlo, observamos que a menudo se piensa en fundar una familia, en casarse, como si se tratara de la lotería. Si funciona, bien y si no funciona, borramos todo y empezamos de nuevo”, lamentó el Papa.