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“¡Cuántos pobres hay todavía en el mundo! Y ¡cuánto sufrimiento afrontan estas personas!”, dijo ante los diplomáticos de los 180 países con los cuales el Vaticano mantiene relaciones.
Además, los instó a ayudar a mantener la religión como algo central en la vida pública y a promover el diálogo interreligioso, como catalizador de los esfuerzos por construir puentes entre las diversas culturas y “ámbitos reales de auténtica fraternidad”.
“En esta tarea es fundamental también el papel de la religión. En efecto, no se pueden construir puentes entre los hombres olvidándose de Dios”, señaló Francisco.
“Pero también es cierto lo contrario: no se pueden vivir auténticas relaciones con Dios ignorando a los demás. Por eso, es importante intensificar el diálogo entre las distintas religiones, creo que en primer lugar con el Islam”, manifestó el Papa.
Francisco dijo que apreciaba mucho la presencia de “tantas autoridades civiles y religiosas del mundo islámico” el martes, durante la misa inaugural de su papado.
“Quisiera precisamente que el diálogo entre nosotros ayude a construir puentes entre todos los hombres, de modo que cada uno pueda encontrar en el otro no un enemigo, no un contendiente, sino un hermano para acogerlo y abrazarlo”, instó.
El Papa destacó la importancia de defender a los pobres y proteger el medio ambiente al explicar por qué había decidido tomar el nombre de San Francisco de Asís, quien está fuertemente asociado con la austeridad, la ayuda a los pobres y el amor por la naturaleza. “La lucha contra la pobreza, tanto material como espiritual; edificar la paz y construir puentes. Son como los puntos de referencia de un camino al cual quisiera invitar a participar a cada uno de los países que (ustedes) representan”, concluyó.