El Muro cayó por la debilidad de Gorbachov, afirma Kohl

BERLÍN (EFE). El ex canciller alemán Helmut Kohl no atribuye la caída del Muro de Berlín a la presión popular y la revuelta pacífica de 1989, sino a la debilidad del líder soviético Mijail Gorbachov, según describe en unas memorias aún no publicadas.

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“Es totalmente falso pensar que de pronto el Espíritu Santo llegó a las plazas de Leipzig y cambió el mundo”, sostiene Kohl, referido a las manifestaciones que arrancaron de esa población de la Alemania comunista, en septiembre de 1989, y que en cuestión de semanas se convirtieron en multitudinarias.

Más bien fue la debilidad de Moscú el principal detonante del “hundimiento de la dictadura comunista”, añade el patriarca político y exlíder de la Unión Cristianodemócrata (CDU), considerado como el artífice del proceso político que llevó a la reunificación entre las dos Alemanias, once meses después de la caída del Muro.

“Gorbachov tuvo que admitir que no podía sostener el régimen”, añade Kohl, según las conversaciones grabadas por el periodista Heribert Schwan, avanzadas por el semanario “Der Spiegel”.

La canciller Angela Merkel rindió homenaje, en el acto del Día de la Unidad, el pasado viernes, al coraje de los ciudadanos que se levantaron contra la República Democrática Alemana y exigieron elecciones libres, y que precipitaron la caída del Muro.

Merkel calificó asimismo de “obra maestra de la diplomacia” el proceso político liderado por Kohl, en sus negociaciones tanto con las autoridades de la RDA como con las potencias aliadas que derrotaron al nazismo -EE.UU., Unión Soviética, Francia y Reino Unido-, que culminó en el Tratado de Unidad, el 3 de octubre de 1990.

Kohl también arremete en esas grabaciones contra exaliados políticos.

Entre los destinatarios de sus críticas está su exapadrinada política Merkel, quien ascendió a jefa del partido tras llamar a la CDU a emanciparse del patriarca, en 1999, poco después de quedar Kohl apeado del poder y estallar el escándalo de las cuentas secretas del Partido, bajo sus 25 años de liderazgo.

Asimismo arremete contra otros referentes políticos de entonces y ahora.

Este “ajuste de cuentas”, como titula “Der Spiegel”, está contenido en las más de 600 horas de conversación que Schwann y Kohl mantuvieron entre 2001 y 2002, destinadas a convertirse en un nuevo volumen de memorias del patriarca.

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