El drama de elegir el mal menor, entre el dictador sirio y yihadistas

Después de dos semanas de bombardeos en el norte de Irak y el asesinato “televisado” del periodista James Foley, hay consenso en EE.UU. sobre la terrible amenaza que supone el grupo yihadista Estado Islámico (EI), y que su derrota pasa por Siria, un territorio hasta ahora tabú para Washington.

Cargando...

WASHINGTON (EFE). El Gobierno estadounidense, que junto a las democracias de la comunidad internacional condena el régimen de Bachar Al Asad, se ha negado durante meses a combatir a los islamistas radicales en suelo sirio, entre otras cosas por la guerra civil que vive ese país desde marzo de 2011 y que tiene enfrentados a Damasco con diferentes grupos armados, entre ellos el EI.

Sin embargo, la expansión y fortalecimiento del grupo yihadista, y su fuerte irrupción en el Kurdistán llevaron a la Administración Obama a tomar cartas en el asunto y a atacar sus posiciones en suelo iraquí, con la venia de Bagdad.

Muchos se preguntan a estas alturas por qué la Casa Blanca no intervino con anterioridad en Siria para atajar el fortalecimiento de los islamistas radicales, pero, según coinciden los analistas, a Bagdad y Damasco los separan demasiadas circunstancias.

“Siria es un caos con señores de la guerra, tribus, etcétera, que luchan en múltiples matanzas y conflictos. Al Asad es esencialmente ahora un señor de la guerra, no un presidente. Siria es más difuso y los efectos de una intervención son más difíciles de juzgar”, explica el profesor Paul Sullivan, de la Universidad de Georgetown.

Sin embargo, “Irak tiene bloques poderosos con los kurdos, los chiitas y los jeques suníes que pueden luchar contra el EI de una forma más sólida. Bagdad es un desastre político, pero es más coherente que Damasco”, agrega.

Lo que no esperaba Washington es que la sofisticación, la financiación y el poder del Estado Islámico llegaran tan lejos, como demostró esta semana con la decapitación filmada de Foley y las reiteradas amenazas de acabar con los rehenes que tienen en su poder si Estados Unidos no detiene su ofensiva aérea.

Aunque Max Gross, profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad de Georgetown, explica que, “teniendo en cuenta la operación fallida de las Fuerzas Especiales en Siria a principios de este verano (para rescatar a Foley) de la que supimos estos días, es posible que EE.UU. esté haciendo más en Siria de lo que se sabe”.

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...