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“No queremos intermediarios, queremos diálogo directo”, resaltó Gonzales Skaric, quien destacó que “promover el desarrollo alternativo para los productores de cultivos ilícitos debería ser un plan de los Estados”.
Entre los lineamientos que se propusieron en el Observatorio se encuentran el reconocimiento de los usos tradicionales de las plantas prohibidas y la problemática de las erradicaciones forzosas, dentro del marco de la guerra global contra las drogas.
Por su parte, Guillermo García Miranda, jefe del Programa de Desarrollo Alternativo en la Oficina de Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito en Colombia, sostuvo que “el mecanismo más eficaz, eficiente y sostenible de erradicación es el desarrollo”.
Rodrigo Velaides, ingeniero agrónomo, líder y referente campesino de la organización Chocauán de la zona de Caquetá, Colombia, coincidió en que “el ciento por ciento de los campesinos que producen hoja de coca lo hacen por la carencia de oportunidades”.
El representante explicó que existen experiencias que demuestran que en la medida en que los campesinos tienen ingresos derivados de otras alternativas laborales van dejando el cultivo de coca.
“El desarrollo va a crear condiciones para que el campesino pueda asumir sus gastos con otros ingresos. Entonces, dejarían de producir la hoja de coca”, concluyó.
Alimento de los dioses
Sin lugar a dudas, la panelista que resaltó por sus declaraciones fue Fabiola Piñacue Achicué, fundadora y representante legal de Coca Nasa e integrante del Consejo Andino de Productores de hoja de coca de Colombia, quien aseguró que “la coca es un alimento de los dioses. Le debemos el respeto a ella. La coca hace parte de los pueblos ancestrales y de la naturaleza misma. No comprendo que el hombre quiera eliminar la hoja de coca”, remarcó.
Asimismo, destacó que la hoja de coca no puede continuar siendo atacada por una política internacional.
“Necesitamos autonomía en la defensa de nuestros recursos naturales porque la hoja de coca es uno de los pilares de la construcción colectiva de saberes y tradiciones. Además, es una planta sagrada, un alimento”, argumentó.
Políticas no punitivas
La IV Conferencia Latinoamericana sobre Políticas de Drogas se desarrolló entre el miércoles y ayer en Bogotá. Congregó a expertos y funcionarios de Gobierno de distintos países, con el fin de definir propuestas sobre cómo abordar los problemas relacionados con las drogas.
“El objetivo es generar un debate y un intercambio de ideas entre académicos, decisores políticos y la sociedad civil con miras a impulsar políticas de drogas no punitivas, fundadas en evidencias científicas y respetuosas de los derechos humanos”, señalaron los organizadores.