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MOSCÚ (AFP). “Los presidentes están de acuerdo en que el conflicto en Siria no tiene solución militar” informó el Kremlin, que agregó que ambos mandatarios confirmaron su “determinación para vencer al Estado Islámico (EI)”.
Los mandatarios, en la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico de Vietnam, intercambiaron algunas palabras, en medio de fuertes especulaciones sobre si se iban a reunir o no de forma oficial.
Según la cancillería rusa, los presidentes confirmaron su compromiso en la soberanía de Siria, su independencia, su unidad, su integridad territorial y su naturaleza secular” y pidieron a todas las partes que participen en las discusiones auspiciadas por la ONU.
“Los presidentes también trataron la necesidad de reducir el sufrimiento humano en Siria, y llaman a todos los países de la ONU a aumentar su contribución para cubrir las necesidades humanitarias en los próximos meses”, comentó el Kremlin.
El mando militar ruso acusó recientemente a EE.UU. de “hacer como si” combatiera el extremista EI en Irak, y de obstaculizar la contraofensiva apoyada por Rusia en el este de Siria.
Guerra civil
La revuelta contra el régimen del dictador Bachar Al Asad, por “una Siria sin tiranía”, se inició en marzo de 2011.
Siria es gobernada por la familia Asad desde hace 40 años con mano de hierro. Bachar sucedió a su padre, Hafez, en el año 2000.
Pero fue en el sur del país donde creció la manifestación pro democracia y pidiendo la caída del régimen.
En 2013, el Irán chiita se convierte en el mayor aliado regional de Asad, que pertenece a la minoría alauita, una rama del chiismo.
Ese mismo año, el presidente estadounidense de entonces, Barack Obama, anuncia su voluntad de formar una coalición internacional para combatir al EI e inician bombardeos de esa fuerza conjunta, aliada a los rebeldes.
En 2015, Rusia comienza su campaña de apoyo al régimen de Al Asad y comienzan los bombardeos aéreos sobre grupos “terroristas” en territorio sirio.