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En el marco de la que es su primera gira por América Latina, el secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, se reunió este domingo con el canciller argentino, Jorge Faurie, en la sede del Ministerio de Exteriores del país suramericano para abordar asuntos de comercio, inversiones, ciencia, seguridad energética y crimen organizado, entre otros.
En una posterior rueda de prensa conjunta, el jefe de la diplomacia estadounidense reveló que la conversación se centró en “reforzar” el trabajo conjunto frente al narcotráfico, el lavado de activos, la trata de personas y la financiación de grupos terroristas en la región y en el resto del mundo.
En esa línea, Faurie aseguró que compartieron la “preocupación” sobre las acciones de estas organizaciones criminales y apostaron por implementar medidas para “combatir juntos” estas problemáticas. “Hoy es una zona de paz América Latina y no puede ser comprometida por el accionar de grupos externos”, agregó.
La comparecencia ante los medios de comunicación estuvo muy marcada por la coyuntura en Venezuela, ya que ambos funcionarios manifestaron la necesidad de aumentar las presiones sobre el país caribeño con el fin de acabar con la situación de emergencia sanitaria y alimentaria que, apuntaron, atraviesa, y así evitar que la población “siga sufriendo”.
Tillerson anunció que estudiaron implementar “medidas adicionales” para que el “régimen” de Nicolás Maduro retorne a la constitucionalidad y, entre otras cosas, se puedan celebrar elecciones “libres, justas y justificables”. En ese sentido, reveló que una posibilidad es poner en marcha sanciones petroleras, como la prohibición de la venta de combustible en Estados Unidos o la obligación de refinar los productos que lleguen de Venezuela. Sin embargo, insistió en que es fundamental analizar el impacto que tendrían estas medidas en la población y en otros países de la zona para no “afectarlos negativamente”.
Por su parte, Faurie apuntó que “controlar el financiamiento” del país caribeño es una herramienta “absolutamente importante” que están considerando, pero también advirtió de la necesidad de ese “monitoreo preciso”.
“La posición de Argentina desde el inicio de la gestión de (Mauricio) Macri es absolutamente clara: no estamos reconociendo el proceso político y la deriva autoritaria que ha tenido Venezuela”, agregó.
También compartieron su consternación por el uso de armas químicas en Siria por parte de Damasco contra la oposición y el daño que producen en la población civil. “Nos preocupan muchísimo los informes que recibimos con respecto de utilizar diferentes armas químicas en el conflicto sirio en contra de ciudadanos, inclusive niños”, afirmó Tillerson antes de revelar que Estados Unidos ha solicitado a Rusia que “cumpla con su papel como garante de la eliminación” de estas y que no vete las resoluciones que se necesitan para investigar su uso.