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WASHIGNTON (EFE). En su primera entrevista como secretario de Estado, en la cadena ABC, Pompeo repasó su viaje en Semana Santa a Corea del Norte y su reunión con Kim.
“Tuvimos una buena conversación, él estaba muy preparado y espero que yo igualara eso. Tuvimos una extensa conversación sobre algunos de los temas más difíciles que enfrentan a nuestros países”, explicó Pompeo, que cuando viajó a Corea del Norte aún era el director de la CIA.
“Yo tenía una clara misión asignada por el presidente Trump. Cuando me fui, Kim Jong-un entendió esa misión exactamente como la estoy describiendo hoy. Él estuvo de acuerdo con que estaba preparado para diseñar un plan que nos ayude a lograr la desnuclearización”, afirmó Pompeo.
“Solo el tiempo –continuó– nos dirá si podemos conseguirlo”.
Durante su reunión en Corea del Norte, Pompeo trató de preparar la futura cumbre entre Trump y Kim, el primer encuentro de la historia entre Estados Unidos y Corea del Norte.
“Mi objetivo era tratar de identificar si existía una oportunidad real ahí. Creo que sí la hay. ¿Quién sabe cómo irán las conversaciones? Hay mucho trabajo que hacer, pero tengo esperanzas de que las condiciones que ha establecido el presidente Trump nos den una oportunidad”, afirmó Pompeo.
Y reiteró que el objetivo de su Gobierno es lograr una desnuclearización “completa, verificable e irreversible”.
“Usamos la palabra irreversible con intención. Exigiremos que se demuestre que se logrará la desnuclearización. No vamos a hacer promesas. No vamos a tomar solo las palabras. Vamos a buscar acciones y hechos”, apuntó Pompeo.
“Este Gobierno –dijo– mantendrá los ojos abiertos. Conocemos la historia, conocemos los riesgos. Va a ser muy diferente. Vamos a negociar de una manera diferente a cómo se había hecho antes”.
Por su parte, en una entrevista con CBS, John Bolton, el asesor de seguridad nacional de Trump, también advirtió sobre las anteriores promesas rotas de Pyongyang y se mostró escéptico sobre la posibilidad de que Kim abandone su programa nuclear si Washington acaba con sus amenazas militares.
“El libro de propaganda de Corea del Norte es un recurso infinitamente rico”, dijo Bolton.
Ningún presidente de EE.UU. hasta ahora había accedido a reunirse con un líder de Corea del Norte, aunque otros antes que Trump trataron de establecer un proceso de diálogo.