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Los documentos sobre el crimen de JFK ofrecen algunos detalles sobre el hecho que conmocionó al mundo hace más de cinco décadas, pero en principio no contienen revelaciones explosivas, ni aportan datos que ya no eran conocidos.
En la noche del viernes el mandatario afirmó en Twitter: “Publicaré TODOS los archivos Kennedy con excepción de los nombres y direcciones de las personas mencionadas que aún estén vivas”, principalmente con el objetivo de “despejar todas las teorías de complot”.
La comisión que investigó el asesinato de Kennedy determinó que Lee Harvey Oswald, un exmarine, cometió el asesinato solo, pero la especulación sobre una conspiración no ha cesado.
Philip Shenon, autor de un libro sobre la muerte de JFK, comentó que “la mayoría de los documentos revelados anoche son documentos que ya hemos visto antes”, dijo.
“Los documentos realmente importantes, algo así como los documentos súper secretos, no forman parte de la publicación en su mayoría”, explicó. “Tendremos que esperar por ellos al menos hasta abril”, agregó.
Trump dio a la CIA, el FBI y otras agencias seis meses –hasta el 26 de abril de 2018– para exponer las razones que justifiquen la retención de esos documentos.
Dos centavos por Fidel
El diario “El Nuevo Herald publicó que la CIA consideró otorgar recompensas a quienes asesinaran a informantes, oficiales, comunistas extranjeros y miembros del gobierno cubano, en un plan denominado “Operación Bounty” (Tesoro).
El objetivo era “inducir a los ciudadanos cubanos a derrocar al régimen comunista cubano; presionar a los comunistas cubanos creando desconfianza y desunión”, señalaba la propuesta del Pentágono presentada el 30 de enero de 1962 al general Edward Lansdale, quien coordinaba el grupo especial al frente de esa operación.
En dependencia de su rango dentro del Partido y el gobierno, podía valer hasta un millón de dólares.
Pero había uno por el que la CIA solo pagaría dos centavos: Fidel Castro.
Pero el premio gordo estaba destinado a quienes mataran a miembros del gobierno cubano, por los cuales se pagaría hasta medio millón de dólares.
No obstante, diversos otros planes fueron elaborados por la CIA contra Castro, pero pocos de ellos pasaron de la mesa de planificación, como se confirmó en otra revelación previa de archivos secretos.
Algunas de esas ideas fueron desechadas y nunca se llevaron a la práctica pero fueron hábilmente explotadas por Castro durante décadas para movilizar al pueblo cubano ante las “amenazas imperialistas” y justificar fracasos económicos internos.