"El Congreso (...) en aplicación del artículo 32 del Código de Etica de la Legislatura se pronuncia por la sanción a los diputados (...) con la pérdida de la calidad de diputados", señaló la resolución.

Los legisladores involucrados en el polémico caso viajaron a Lima para participar en la ronda de conversaciones que mantuvieron Colombia, Ecuador, Perú y Estados Unidos para negociar un tratado de libre comercio, entre el 18 y 22 de abril.

Los congresistas fueron acusados de haber ingerido alcohol y protagonizado desmanes el 19 de abril en un hotel de la capital peruana, según el informe del Comité de Excusas y Calificaciones del Congreso, organismo que impulsó la destitución de los implicados.

Incluso una diputada incluida en el grupo afirmó haber sido víctima de un intento de ataque sexual y físico por parte de uno de sus colegas, por lo que presentó una demanda en su contra, que aún es analizada por la justicia local.

Personal del hotel incluso habría sido agredido por los diputados, según un ex funcionario de la Embajada de Ecuador en Lima, que destapó el caso.

El Comité de Excusas y Calificaciones calificó en el informe la actuación de los cuatro diputados de "vergonzosa" y agregó que "la imagen internacional del país ha sido puesta en situación de deterioro y descrédito que constituye una vergüenza y bochorno internacional".

Un quinto legislador involucrado no forma parte actualmente del Parlamento de 100 miembros, tras ser destituido por haber apoyado al ex presidente Lucio Gutiérrez a intervenir en diciembre a la Corte Suprema (CSJ), lo que finalmente provocó igualmente su salida del poder el pasado 20 de abril.

Gutiérrez fue reemplazado por su vicepresidente Alfredo Palacio, quien no tiene el apoyo de ninguna facción legislativa.

Los diputados destituidos fueron reemplazados con sus suplentes, sin que esto represente un cambio en la actual correlación de fuerzas en el fragmentado Parlamento, en el que ningún partido tiene más de 25 votos.