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Los equipos de rescate utilizaban grúas y maquinaria pesada para retirar los cadáveres enterrados bajo toneladas de cemento y hierros retorcidos que cayeron sobre la pileta de natación cubierta del Transvaal Park al derrumbarse la cúpula.
La temperatura descendió hasta cuatro grados centígrados bajo cero en la zona y los equipos de socorro lanzaban hoy aire caliente sobre los escombros, para evitar la muerte de eventuales sobrevivientes atrapados.
Un policía moscovita dijo a la agencia Itar-Tass que 28 personas murieron en esta tragedia. Los funcionarios del ministerio de Salud Pública indicaron que 78 personas permanecían hospitalizadas y que cinco de ellas se encontraban en estado grave.
Fuentes de los hospitales de Moscú dijeron que entre los heridos había 25 niños.
El ministro de Situaciones de Emergencia Serguei Shoigu, que visitó el lugar, explicó que además 17 personas desaparecieron. Sus ropas fueron encontradas en los vestuarios, pero los propietarios no fueron localizados.
El ministro criticó la calidad de la construcción de los últimos años en Moscú, estimando que "ya ha llegado la hora de terminar con esto".
El alcalde de Moscú, Yuri Lujkov, indicó que 1.300 personas se encontraban en el momento de la tragedia en el edificio del Transvaal Park, un complejo de diversiones situado en el sudoeste de Moscú, y que 426 personas estaban en la zona acuática sobre la cual cayó una parte del techo.
El parque acuático Transvaal tiene tres piscinas, una para niños, y es uno de los lugares de recreación preferidos por los moscovitas.