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BEIRUT (AFP). Después de meses de combates, las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), una alianza kurdo-árabe apoyada por una coalición internacional de árabes y potencias occidentales (lideradas por EE.UU.), conquistaron el sábado el último reducto del EI en Baguz.
Esta victoria marca la caída territorial del “califato” autoproclamado en 2014 por la organización yihadista, en un territorio tan grande como Reino Unido, a caballo entre Irak y Siria.
El EI había sido derrotado en diciembre de 2017 en Irak.
Pero esta victoria tras casi cinco años de combates no pone punto y final a la lucha contra la organización yihadista ni a la guerra civil en Siria.
Sigue habiendo yihadistas y rebeldes en zonas del país.
Kurdos
Con la caída del “califato” la autonomía de facto establecida por los kurdos en esta región del noreste de Siria en guerra se puede ver amenazada con la anunciada retirada de los 2.000 soldados estadounidenses.
Para los kurdos, la presencia estadounidense es la mejor garantía para evitar una ofensiva de Turquía, que considera las milicias kurdas sirias como “terroristas”.
Para intentar mantener su autonomía en este territorio, los kurdos intentan acercarse al régimen de Bachar al Asad pero por el momento las negociaciones no avanzan y Damasco advirtió con utilizar la fuerza para restablecer su autoridad.
Idlib
La guerra en Siria empezó en marzo de 2011 con la represión por parte del régimen de manifestaciones prodemocráticas.
Pero ocho años más tarde, las fuerzas del presidente Asad, con el apoyo de Rusia e Irán, recuperaron el territorio perdido y ahora el régimen controla dos tercios del país.
Las dos únicas regiones que escapan a su control son la ya mencionada zona kurda, en el noreste, y un territorio en el noroeste que incluye Idlib y sus alrededores.
Idlib está controlado por los yihadistas del grupo Hayat Tahrir Al Cham (HTS, exfilial de Al Qaida).
En teoría Idlib está “protegido” por un acuerdo entre Rusia y Turquía, que apoya a los rebeldes, y que de momento impidió una ofensiva de Asad.
Pero la zona ha sido bombardeada con frecuencia en las últimas semanas por la aviación rusa y del gobierno sirio.