Darfur: Desplazados no ven utilidad de elecciones

CAMPO DE ZAMZAM, Sudán. (AFP). “Alguien que vota es alguien que vive en la estabilidad”, constata con amargura Adam Idriss en el campo de refugiados de Zamzam en Darfur, en el oeste de Sudán, donde hoy empiezan las elecciones presidenciales.

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Idriss, de unos 70 años, tuvo que abandonar su casa y su ganado hace tres meses, tras un nuevo episodio de violencia entre los rebeldes y las fuerzas del dictador Omar al Bashir, y ahora vive en este campo, situado en el oeste de Sudán, una región empobrecida y azotada por la violencia desde hace doce años.

En el campo de Zamzam viven unas 165.000 personas en chozas de tierra. Los últimos en llegar, unas mil familias según un activista humanitario, apenas cuentan con unas cabañas construidas a base de ramas, paja y pedazos de tela para protegerse del sol o el polvo.

“En estas condiciones, ¿cómo podemos votar?”, se pregunta el anciano, que espera para sacar agua de un pozo administrado por una ONG.

A miles de kilómetros de allí, las autoridades de Jartum se preparan para las elecciones legislativas y presidenciales que empezarán hoy y que sin sorpresas mantendrán en el poder a Omar al Bashir, al frente del país desde el golpe de Estado de 1989.

En Zamzam, cerca de El Fasher, capital de Darfur Norte, se sabe que con unos quince competidores poco populares y el boicot anunciado por la mayoría de los partidos de la oposición, la reelección de Al Bashir es inevitable.

“Desgraciadamente, esto conducirá a que los miembros del régimen sigan creyendo que esta batalla puede ganarse militarmente y la violencia continuará en Darfur”, dijo el experto independiente Jérôme Tubiana.

En esta región igual de grande que Francia, el conflicto fomentado por el resentimiento de los rebeldes, que se consideran marginados por las élites árabes, dura desde 2003. Según la ONU, al menos 300.000 personas han fallecido y 2,5 millones han tenido que huir por la violencia.

Dictador con orden de captura

Omar al Bashir está acusado por la Corte Penal Internacional (CPI) de crímenes contra la humanidad y genocidio durante este conflicto.

La indiferencia por la votación es la actitud más extendida en Zamzam. “¿Cómo quieren que participe en estas elecciones cuando estoy aquí bajo este sol ardiente?”, dijo sorprendido Hamed Mohamed Ali.

Alegando los combates con los rebeldes y las amenazas de boicot, el gobierno ha dejado al margen de las elecciones varias circunscripciones.

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