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“El ingreso de Croacia es resultado de un riguroso proceso que tomó una década. Croacia postuló a la adhesión en 2003 y las negociaciones terminaron en 2011. El éxito del ingreso de Croacia en la UE se debe tanto a los esfuerzos de su gente y sus autoridades, como a los esfuerzos de la UE”, refiere un comunicado de la Delegación de la Unión Europea en Paraguay.
El ingreso genera un moderado optimismo en su población e incluso algunas muestras de escepticismo por la crisis que atraviesa el país y el continente.
Croacia está en recesión desde 2009, su economía se ha contraído desde entonces más de un 10% y el paro se ha disparado hasta el 19%, informa la agencia EFE, que reseña el temor expresado por algunos ciudadanos de que el país quede sometido a los designios de las economías más poderosas.
De hecho, varios países como Grecia han criticado las duras medidas de austeridad impuestas por Bruselas, recetas que han aumentado el paro y el estancamiento económico.
Sin embargo, la mayoría de los croatas opinan que las reformas solicitadas por la UE para el ingreso han mejorado la situación del país.
“Croacia refuerza una Europa que se enfrenta a desafíos de alcance mundial. La crisis económica ha puesto aún más de manifiesto la interdependencia de las economías nacionales y la importancia de la solidaridad transfronteriza. La ampliación beneficia a los estados miembros ya existentes: primero, porque hace que la UE sea un actor con un peso cada vez mayor en el mundo, y segundo, porque reduce las amenazas de inestabilidad en sus fronteras”, agrega la misiva de la legación diplomática.
La incorporación de Croacia tiene también un alto valor simbólico para la integración europea por los conflictos que azotaron la zona de los Balcanes en la última década del siglo pasado.