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PARÍS y LA PAZ (EFE, AFP).“Los insultos, las persecuciones ilegales y las campañas de difamación emprendidas por los altos representantes del Estado contra los periodistas de su propio país son intolerables y engendran una autocensura nefasta para la libertad de prensa”, declaró RSF en un comunicado.
El pasado 19 de mayo, el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, acusó a la Agencia de Noticias Fides (ANF), así como a los diarios “Erbol”, “El Deber” y “Página Siete” de formar parte de un “cártel de la mentira”.
Esas declaraciones del ministro fueron la reacción a preguntas parlamentarias sobre el presunto tráfico de influencias en el que estaría implicada la expareja del presidente Evo Morales.
“Desde hace varios meses los reporteros Amalia Pando, Raúl Peñaranda y Andrés Gómez son blanco de una verdadera campaña de difamación, marcada por ataques verbales” de exponentes del Gobierno, señaló RSF, que manifestó su apoyo a los periodistas perseguidos en el país.
Reporteros sin Fronteras también dio cuenta en su crítica a las autoridades bolivianas de los casos de un director de diario un periodista y un reportero gráfico, todos ellos hostigados o agredidos en las últimas semanas.
En otro caso, el presidente boliviano Evo Morales negó ayer que exista persecución política contra el periodista Carlos Valverde, que buscó resguardo en Argentina tras los constantes ataques verbales de autoridades.
Valverde, que reveló en febrero pasado que el mandatario tuvo un hijo secreto, buscó “resguardo” en Argentina ante la “presión política” que siente sobre su persona.
El periodista Valverde aclaró que no busca asilo político en el vecino país, aunque anunció que desde su nuevo destino informará sobre lo que ocurre en Bolivia con los medios de comunicación.