Cargando...
BUENOS AIRES (ANSA). Se presupone que ese dinero es el “botín” de las coimas recibidas durante su gestión, acaso por facilitar o asignar obras públicas. El escándalo del exfuncionario de los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández (2003-2015) se ha convertido en una cachetada para el kirchnerismo porque expone, descarnadamente, las denuncias de corrupción que salpicaron a la expresidenta durante su segundo mandato (2011-2015).
El presidente del Partido Justicialista (peronista) –actualmente en la oposición– afirmó que “todos estos hechos son absolutamente repudiables” y que “las instituciones y sus funcionarios, sean del partido que sea, tienen que ser lo más transparente posible”.
Héctor Recalde reconoció que la detención de José López fue “un baldazo” y “un garrón (situación desagradable) para todos los kirchneristas”, en tanto evitó definir si pondría las manos en el fuego por el exministro de Planificación Federal, Julio de Vido, de quien dependía el exsecretario de Obras Públicas.
“¿Por qué tengo que poner las manos en el fuego por De Vido? Yo pongo las manos en la estufa para calentarme”, ironizó el diputado ante una consulta del periodismo, sobre el exministro y actual integrante del Frente para la Victoria en la Cámara de Diputados.
Desde la alianza de gobierno Cambiemos, la diputada nacional Elisa Carrió (Coalición Cívica) consideró “fundamental” que la investigación “avance hacia el exministro Julio de Vido y la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner”.
El juez Federal Daniel Rafecas implantó ayer el “secreto de sumario” y dispuso para hoy la declaración indagatoria de López, por el delito de “enriquecimiento ilícito”.
La justicia también ordenó ayer un allanamiento en la casa del detenido ex secretario de Obras Públicas en un barrio residencial ubicado 40 kilómetros al norte de la capital argentina.
También por orden de la justicia se ordenaron allanamientos a propiedades que López posee en las provincias de Tucumán (de donde es oriundo) y en Santa Cruz, donde fue responsable del Instituto Provincial de la Vivienda desde 1991 y hasta mayo de 2003, cuando Néstor Kirchner asumió la presidencia y lo designó secretario de Obras Públicas de la Nación.
El juez Rafecas ordenó además la inhibición general de los bienes de López, su esposa Amalia Díaz, y su suegra Lucila Amalia Corvalán de Díaz, a pedido del fiscal Federico Delgado, quien solicitó el embargo preventivo de todos los bienes atribuidos al exsecretario y su familiares.
López fue sorprendido cuando intentaba esconder el dinero en un monasterio ubicado a 30 kilómetros al oeste de la capital argentina.
En horas de la madrugada, un vecino vio que el exsecretario de Obras Públicas arrojaba los bolsos, que tenían los fajos de dólares, por encima de la muralla del convento.