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BEIRUT (AFP, EFE). El régimen de Bachar al Asad y su aliado ruso desmintieron un ataque con armas químicas el sábado en Duma, último bastión rebelde de Guta Oriental, región al este de Damasco que el régimen está a punto de reconquistar en su totalidad.
“Presidente Putin, Rusia e Irán son responsables por apoyar al Animal Asad. Alto precio a pagar”, afirmó Trump en un par de tuits que comienzan con una discusión sobre el ataque en Guta Oriental, donde rescatistas afirman que fuerzas leales al régimen usaron gas de cloro.
Rusia negó que haya existido el ataque. “El objetivo de estas falsas conjeturas, totalmente infundadas, es proteger a los terroristas y a la oposición radical que rechaza un arreglo político y, al mismo tiempo, intentar justificar posibles ataque militares desde el exterior”, según dijo Moscú.
Los Cascos Blancos, los socorristas que operan en las zonas rebeldes en Siria, un grupo insurgente así como la oposición en el exilio acusaron al régimen de haber llevado a cabo el sábado en Duma ataques con armas químicas.
A iniciativa de Francia, nueve países solicitaron una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU, la que fue confirmada, y se realizará el día de hoy.
Pruebas o farsa
Un video difundido por los Cascos Blancos en Twitter y presentado como grabado luego del presunto ataque químico, muestra una maraña de cuerpos sin vida, incluidos los de mujeres y niños, con espuma blanca saliendo de sus bocas.
Firas al Dumi, socorrista en Duma, habló de “escenas espantosas”. “Había muchas personas sofocándose, algunas murieron inmediatamente”, dijo. “Era una masacre. Había un olor muy fuerte que provocó dificultades respiratorias en los socorristas”.
Fue imposible confirmar estas informaciones por fuentes independientes. El régimen calificó estas acusaciones de “farsa” y “fabricaciones”. Moscú desmintió con firmeza estas informaciones. Irán, otro aliado del gobierno sirio, consideró que estas acusaciones son un nuevo “complot”.
Ola de críticas internacionales
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), que obtiene sus informaciones utilizando una red de informantes en toda Siria, no pudo confirmar estas denuncias.
Gran Bretaña estimó que “de confirmarse que el régimen utilizó otra vez armas químicas, será un nuevo ejemplo de la brutalidad de Asad”.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, dijo estar “particularmente alarmado” por el presunto uso de gas.
El régimen sirio, que recibe un fuerte apoyo de Rusia, controla más de la mitad de Siria, país desgarrado por una guerra que dejó más de 350.000 muertos en siete años.