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CARACAS (AFP). “Hago un llamado a las autoridades de liberar a todos quienes estén detenidos o privados de libertad por ejercer sus derechos civiles de forma pacífica”, dijo Bachelet al leer una declaración que puso fin a su visita de tres días en Venezuela.
Según la ONG Foro Penal, en el país hay unos 687 “presos políticos”, pero el dictador, acusado por la oposición de sistemáticas violaciones de derechos humanos, rechaza considerarlos como tal.
Bachelet se reunió con familiares de esas personas, muchas acusadas de intentar derrocar al gobierno, así como con parientes de fallecidos –oficialistas y opositores– muertos durante protestas en 2017.
La Alta Comisionada sostuvo que en Venezuela “la situación humanitaria es grave” y “afecta a muchas personas”, por lo que la ONU trabaja en un plan con el gobierno y la sociedad civil para atender las áreas críticas.
Para la ONU unos siete millones de venezolanos requieren atención humanitaria urgente, mientras cuatro millones emigraron desde 2015 debido a la peor crisis sociopolíticaa del país petrolero.
La debacle se caracteriza por una hiperinflación que el Fondo Monetario Internacional proyecta en 10.000.000% para 2019 y escasez de bienes básicos, incluidas medicinas e insumos hospitalarios.
Bachelet designó un equipo para vigilar la situación en el terreno, después de que sus contactos diplomáticos en Caracas le informaran que “la situación humanitaria se ha deteriorado de forma extraordinaria” .
“Hemos alcanzado un acuerdo con el gobierno para que un pequeño equipo de dos oficiales de derechos humanos permanezca aquí con el mandato de proveer asistencia y asesoría técnica, y de monitoreo toda la situación de derechos humanos”, dijo Bachelet.
Según Naciones Unidas, el 22% de los menores de cinco años en Venezuela sufren desnutrición, mientras 300.000 pacientes crónicos están en riesgo por falta de medicinas y tratamientos.
La expresidenta chilena aseguró que el régimen chavista se comprometió a evaluar el trabajo de un comité de prevención de la tortura –ya existente– y a permitir que sus delegados entrevisten a detenidos.
Bachelet también se reunió con el jefe del Parlamento de mayoría opositora Juan Guaidó y el dictador Maduro.