Chevron fue condenada en 2011 en la Corte de la provincia amazónica de Sucumbíos a pagar unos 9.500 millones de dólares, monto que se duplicaba si la petrolera no pedía públicamente perdón por los daños imputados.
La sentencia “es tan ilegítima e inejecutable hoy como el día que fue emitida originalmente”, señaló Chevron en un comunicado, y agregó que el único fallo que cabía en este caso era el de la nulidad del proceso que se inició hace dos décadas.
La compañía estadounidense nunca actuó directamente en Ecuador, pero asumió el pleito al adquirir Texaco en 2001.
Esta última empresa operó entre 1964 y 1990, tras lo cual dejó el país y fue demandada por unos 30.000 indígenas y campesinos amazónicos, que la acusan de haber vertido desechos tóxicos en los ríos, causando enfermedades y daños ambientales.
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Sin embargo, Chevron sostiene que fue liberada de cualquier responsabilidad por un acuerdo suscrito con las autoridades de la época, y acusa a la petrolera estatal ecuatoriana de haber realizado un mal trabajo de reparación ambiental.
Chevron, que impulsa procesos en Nueva York y en La Haya para anular el juicio en Ecuador por considerarlo fraudulento, había sido condenada en febrero de 2012 a pagar 19.000 millones por rehusarse a presentar excusas públicas.
Sin embargo, la CNJ dejó sin efecto esa parte del fallo.