Por un escaso margen de apenas 29 mil votos, Chen Shui-bian y Annette Lu, del Partido Democrático y Progresista (DPP por sus siglas en inglés) fueron reelectos como presidente y vicepresidente, respectivamente, de Taiwán y derrotaron por segunda vez, en menos de cinco años, al candidato del Partido Nacionalista (Kuomintang), Lien Chan, y a su vicepresidente James Soong. La victoria por más de 150 mil votos en Tainán, pueblo natal de Shui-bian y donde el pasado viernes salió ileso de un atentado, fue vital para ganar la elección. Esta victoria consolida al DPP como la nueva fuerza política en contraposición al Kuomintang, pero lo obliga a negociar con la oposición para mantener la estabilidad en el país debido al escaso margen de diferencia.

De acuerdo con los datos oficiales dados a conocer cerca de la medianoche por el Consejo Electoral, 6.471.970 personas (el 50,1 por ciento) votaron por el DPP; mientras que 6.442.452 electores (el 49,9 por ciento) votaron por el candidato del Kuomintang.

La jornada electoral se desarrolló con toda normalidad y sin ningún tipo de incidentes. A pesar de que el día amaneció nublado, con algo de frío e incluso con algunos chaparrones, el 80,7 por ciento de los 16 millones habilitados a votar fueron a depositar su voto.

El inicio del conteo de votos y los primeros datos cerca de las 19:00 daban una ventaja de 200 mil votos a favor de Chan, pero, a medida que iban llegando los resultados, esa diferencia se acortaba hasta que, finalmente, fue revertida.

Basados en estos datos preliminares, cientos de adherentes del Kuomintang se agolparon en las calles frente a la sede del partido para festejar lo que consideraban la victoria y la vuelta al poder después de cuatro años.

Pero los partidarios de DPP también salieron a las calles, a medida que se iban acortando las diferencias y, finalmente, fueron ellos los que, con el informe oficial, empezaron a festejar hasta el amanecer del domingo.

Shui-bian dio su discurso de triunfo casi a medianoche, después de que se hayan conocido los resultados oficiales. En una breve pero concisa exposición, el presidente reelecto dijo que esta victoria no era personal ni partidaria, sino que era la victoria de la democracia y del pueblo de Taiwán. Remarcó que ahora es el momento de trabajar todos juntos para mantener al país por el camino del desarrollo.