Cerca del carnaval, Brasil combate el flagelo de la prostitución infantil

RIO DE JANEIRO, 29 (Reuters). Se acerca el carnaval en Río de Janeiro y Marcela, de 15 años, se pone todas las noches un vestido negro untado sobre su cuerpo casi desnudo, de senos muy pequeños, y sale a la caza de clientes. Pero la niña brasileña que comenzó a ejercer la más antigua profesión a los 13 años se queja de no poder visitar tantos bares y hoteles como lo hacen sus colegas mayores y está perdiendo clientes pese a la cantidad de turistas.

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El gobierno brasileño lanzó una campaña contra la prostitución de menores, que rige tanto para turistas como para brasileños, y espera acabar con la reputación de Brasil como destino de turismo sexual.

"Antes era más fácil, pero ahora algunos lugares están cerrados para mí y muchos clientes están temerosos. Incluso mi carné de identidad alterado, que dice que tengo 18, no ayuda mucho", dice Marcela tras pasar la noche en atestados bares de bajo nivel en la zona roja de Villa Mimosa, donde el control de la edad es menos rígido. La menor gana todavía unos 40 dólares con dos clientes.

Durante el día, vestida con una camiseta adornada con caricaturas, pantaloncitos y sandalias, Marcela parece menor aún. "Todavía necesito ayudar a mi familia", dice.

El miércoles, el primer informe del gobierno en la materia mostró que casi un quinto de las ciudades de Brasil tienen bien organizadas redes encubiertas de prostitución de menores, una tercera parte de ellas en el noreste del país. El gobierno quiere reducir a la mitad, para el 2006, los municipios involucrados.

El gobierno lanzó una campaña nacional contra tales abusos este mes, en momentos en que el país se prepara para su famoso carnaval. Los festejos atraen a numerosos turistas, muchos por los desfiles de escuelas de samba con danzantes virtualmente desnudas y fiestas nocturnas donde se reparten condones gratis.

"Queremos mostrar que este es un país que combate la explotación sexual infantil de una forma organizada, que esto es un delito grave que lleva a la cárcel", dijo el jueves el ministro de Turismo, Walfrido dos Mares Guía, al presentar la campaña en Río de Janeiro.

Una campaña de prensa dirigida a los ciudadanos pide que se reporten tales casos. Se recuerda a los turistas y a quienes trabajan en la industria turística que tener sexo con un menor o buscarlo puede llevar a la cárcel por hasta 10 años.

Se establecieron líneas telefónicas especiales para reportar el delito y la Policía realizó varios arrestos, incluso de personas con álbumes de fotos que ofrecían niñas y niños a los turistas en las playas. Varios vuelos contratados desde Italia, organizados por una red de sexo infantil, fueron cancelados.

Todos los recepcionistas de hoteles firmarán una cláusula que prohíbe el ingreso de huéspedes acompañados por jóvenes con los que no tengan un vínculo.

Pero la campaña de represión sola no resuelve el problema, ya que niños y niñas necesitados siguen en el negocio por dinero.
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