Cargando...
BRASILIA (AFP). “Dos duplas se conocían personalmente. Los 10 se comunicaban por Telegram o WhatsApp (...) Algunos hicieron un juramento por internet a la organización Estado Islámico, pero no hubo ningún contacto personal con el grupo EI”, precisó el ministro Alexandre de Moraes, que se refirió al grupo como una “célula desorganizada” y “amateur”.
Otros dos sospechosos con órdenes de arresto están prófugos. “Aún los estamos buscando”, dijo un portavoz de la policía federal.
Los 10 detenidos eran investigados desde abril. Todos participaban de un grupo denominado Defensores de la Sharia y planificaban adquirir armamento para cometer crímenes en Brasil y en el exterior, detalló el ministerio de Justicia en un comunicado.
Uno de los 10 sospechosos intentó comprar un fusil AK-47 en un sitio que vende armas por internet en Paraguay y también tenían la idea de entrenarse en artes marciales y en el uso de armas.
“Nunca profundizaron sobre cómo ejecutarían los actos (...) En ningún momento hablaron de bombas. Fueron conmemorando los atentados, principalmente el de Orlando, que fue cometido con armas en una discoteca gay de esa ciudad estadounidense en junio”, dijo De Moraes.
La justicia de Curitiba, que emitió las 12 órdenes de arresto, indicó que los sospechosos “defendían la intolerancia racial, de género y religiosa, así como el uso de armas y tácticas de guerrilla para alcanzar sus objetivos”.
El juez Marcos Josegrei da Silva señaló que los brasileños apresados tienen entre 20 y 40 años, se identificaban con nombres árabes, subían videos de ejecuciones públicas y exaltaban atentados cometidos recientemente.
“Se logró identificar conductas que se encuadran en los crímenes de la nueva ley de terrorismo. Básicamente promover o integrar una organización terrorista e iniciar actos preparatorios tendientes a prácticas de terrorismo”, dijo da Silva en una en Curitiba.
Ahora se buscará establecer si hay elementos que indiquen que esa comunidad virtual estaba en condiciones para pasar de la apología a las acciones concretas.
Pese a los arrestos, el ministro De Moraes aseguró que no aumentó el riesgo de un ataque terrorista en Brasil durante los Juegos Olímpicos que comienzan en dos semanas.