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El presidente boliviano, Evo Morales, asumió ese compromiso con indígenas de la nación Wennhayek, que habita en la región sur de Bolivia y cuya principal fuente de sustento es la pesca en aguas del Pilcomayo.
Un convenio firmado ayer por Morales con dirigentes indígenas dice que “exigirá a los gobiernos de Argentina y Paraguay la limpieza del cauce del río Pilcomayo para recuperar condiciones que permitan la libre migración piscícola”.
Para ello, gestionará que comience a trabajar una comisión trinacional (Argentina, Bolivia y Paraguay) y acordó crear una oficina especial para tratar el problema de la contaminación del río Pilcomayo, que corre por territorio de los tres países.
Según el “Capitán Grande”, José López, principal dirigente de los aproximadamente 4.000 indígenas Wennhayek que habitan en esa región, en la parte boliviana del Pilcomayo “ya no se encuentran sábalos para la pesca”.
López atribuyó el fenómeno al proyecto argentino “Pantalón” que “desvía las aguas del río dentro del bañado de la Estrella y no deja migrar los peces que están detrás de ese muro”.
El dirigente indígena demandó que la Cancillería boliviana solicite información a la Argentina para “ver si ese país permite el colocado de herramientas en su territorio para el dragado del río”.
El tema del Pilcomayo es punto central de un convenio que firmaron ayer el Gobierno y el pueblo Weenhayek, que habita en la provincia Gran Chaco de Tarija, para poner en marcha una agenda conjunta de desarrollo integral.
El convenio compromete también al Gobierno a prestar servicios básicos a 38 comunidades indígenas para “saldar deudas históricas” del Estado con ellas.