Cargando...
El gobierno y el ELN, conformado por unos 2.000 combatientes, iniciaron una negociación de paz en Ecuador en febrero del año pasado.
El grupo guerrillero, que fue fundado en 1964 por sacerdotes católicos radicales, está acusado de financiarse a través de secuestros, extorsión, narcotráfico y minería ilegal, ha buscado la paz en el pasado con otros gobiernos, pero los intentos han fracasado por las posiciones radicales del grupo.
La decisión es un golpe al diálogo de paz con la mayor guerrilla activa del país, en crisis desde el 10 de enero cuando expiró un cese bilateral del fuego de más de tres meses y el grupo rebelde reactivó sus ataques contra la infraestructura petrolera y las FF.AA.
“Mi paciencia y la paciencia del pueblo colombiano tienen sus límites, por lo tanto decidí suspender las negociaciones previstas hasta que no vea coherencia por parte del ELN entre sus palabras y sus acciones”, dijo Santos.
El fin de semana, el grupo guevarista cometió tres ataques en Barranquilla y otras poblaciones del norte de Colombia, en los que murieron siete policías y 47 resultaron heridos.
A solicitud de Naciones Unidas, Santos había ordenado regresar la semana pasada a Ecuador al jefe del equipo negociador con el ELN, Gustavo Bell, para explorar la posibilidad de pactar una nueva tregua que permitiera reanudar la negociación, pero las conversaciones no avanzaron.