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BUENOS AIRES (AFP).Ese día, el Gobierno argentino debe pagar a los acreedores de una deuda que se reestructuró en 2005 y 2010 o de lo contrario ingresará en una zona de turbulencias en los mercados ante los temores de una eventual suspensión de pagos, que sería la segunda después del default de 2001, según analistas.
“Argentina en este momento no tiene muchas opciones para evitar un default y básicamente el camino para evitarlo es llegar a un acuerdo para pagarle a los fondos” que ganaron el juicio en Estados Unidos, dijo el economista y consultor Nicolás Dujovne, exdirector del Banco Central argentino.
Aunque el Gobierno argentino transfirió el jueves los fondos a un banco de Nueva York, el juez estadounidense que lleva el caso, Thomas Griesa frenó el viernes ese pago al considerar “ilegal” el envío de dinero para ese fin y ordenó la devolución de los fondos a Buenos Aires.
El Gobierno contestó que consideraba esta decisión “insólita e inédita” y que “incurrió en abuso de su autoridad” al excederse en su jurisdicción, “porque los bonos de la reestructuración no son el objeto de litigio, sino los bonos del megacanje que cayeron en default en 2001” , según un comunicado.
Si no hay un giro drástico durante el fin de semana, el lunes habrá un impacto en los mercados, aunque la mayoría subestima su alcance, puesto que el país tiene un periodo de gracia hasta el 30 de julio próximo para evitar la temida suspensión de pagos y sus consecuencias en una economía con síntomas claros de recesión, caída de la producción industrial y descenso del consumo.
Para el analista financiero, Dante Sica, el país cerró una semana en “una etapa suspensiva” , aunque estimó que “los caminos se van acortando para que Argentina demuestre esa voluntad de negociar sentándose con los fondos que ganaron el juicio”.
El choque entre el Gobierno argentino y el juez Griesa tiene como epicentro anuncios en Buenos Aires y Nueva York, desde donde llegan órdenes y devuelven mensajes que han terminado por brindar “más confusión a la confusión generalizada”, indicó el columnista Jorge Oviedo en La Nación.
Analistas coincidían en que la decisión del juez de no embargar otorga más tiempo para llegar a un arreglo.