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En el año 2010 Costa Rica escogió el formato brasileño-japonés (ISDB-Tb) de televisión digital al asegurar que es el que mejor se adapta a las condiciones del país desde el punto de vista de calidad y robustez de la señal, así como de cobertura.
El apagón se llevará a cabo en dos fases. La primera el 14 de agosto para el centro del país –donde se encuentran las principales ciudades– y la segunda a lo largo de un año.
El apagón analógico estaba programado para diciembre de 2017, pero el Gobierno del entonces presidente Luis G. Solís decidió aplazarlo debido a diversas razones jurídicas y técnicas.
El Gobierno anunció iniciativas como eliminar los impuestos a la importación y consumo de antenas y convertidores de televisión digital, así como entregar gratis estos dispositivos a familias de escasos recursos con el fin de favorecer la transición y no violentar derechos como el de acceso a la información.
El convertidor es un dispositivo que recibe la señal digital y la convierte en una que puede ser desplegada en cualquier televisor o pantalla que no posea el estándar japonés-brasileño.