Afirman que terroristas de Hizbulá son financiados en Triple Frontera

El grupo terrorista libanés Hizbulá tendría cada vez más fuerza en la Triple Frontera (Paraguay, Brasil y Argentina) y otras regiones de Latinoanérica, según una nota publicada por Infobae, de Buenos Aires. En ese medio, un analista internacional explica cómo opera la red de financiación desde esta región. En Ciudad del Este, miles de árabes, mayormente libaneses, están cada más arraigados.

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CIUDAD DEL ESTE (De nuestra redacción regional). Infobae publicó ayer que el grupo terrorista aprovechó la masiva presencia de libaneses asentados a lo largo de toda la región desde hace más de un siglo y logró crear un entramado internacional muy complejo que mezcla negocios, diplomacia, remesas, lavado de dinero, terrorismo, cómplices y víctimas.

Según el sitio argentino, los riesgos que corren quienes la financian, aun sin saberlo, son numerosos. En setiembre pasado, incluso, la Unión Europea declaró grupo terrorista a Hizbulá, lo que conlleva severas sanciones a sus contribuyentes en todo el mundo. La decisión de los cancilleres miembros del organismo internacional fue unánime.

México, Colombia, Argentina, Brasil, Paraguay, Venezuela y Chile son los mayores receptores de esta inmigración en América Latina. Sin embargo, es en la denominada Triple Frontera donde la presencia de extremistas islámicos se acrecienta. Y, cada vez más, también, en Venezuela.

En el límite fronterizo que une a la Argentina, Brasil y Paraguay existe una consolidada presencia de miembros de Hizbulá, cuyo origen se remonta al comienzo de la expansión demográfica de ese enclave.

“Ciudad del Este (Paraguay), Foz de Yguazú (Brasil) y Puerto Iguazú (Argentina) componen el triángulo perfecto para la actividad delictiva del terrorismo islámico”, señala.

“Y, entre otros actos, fue la base operativa del mayor atentado terrorista que sufrió la región: el ataque a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) con sede en Buenos Aires, del cual se cumplen 20 años el próximo 18 de julio”.

Tanto en Foz de Yguazú como en Ciudad del Este, la mayoría de los inmigrantes libaneses mantienen estrechos vínculos con sus familias aún radicadas en el Valle de Bekaa, en el Líbano, epicentro de Hizbulá.

Siempre según el sitio, Farouk Abdul Omairi es señalado como uno de los líderes del grupo terrorista en la zona, es uno de los más encumbrados comerciantes de la Triple Frontera y también activo religioso. Su vínculo con la mezquita Husseinia y con la Sociedad Benéfica Islámica sirve como contacto con la comunidad y puerta de entrada para coordinar sus tareas. Incluso es considerado el “gran coordinador” por los libaneses de ese triángulo geográfico.

“Toda persona que llega del Líbano se contacta con él, aunque más no sea por los pasajes”, señaló un testigo a la Justicia argentina al declarar por la causa que investiga el ataque terrorista contra la AMIA.

Otro de los señalados como jefes de Hizbulá en la Triple Frontera es el comerciante Assaad Ahmad Barakat, exmiembro del Consejo de Acción Islámica de Ciudad del Este y vicepresidente de la Sociedad Benéfica Islámica de Foz de Yguazú.

Siempre con un pie en ambos territorios, Barakat forma parte del aparato de Seguridad Exterior de la banda terrorista. Como parte de ese grupo, reportaba sus acciones a Imad Moughnieh, radicado en Líbano. El mismo fue detenido en mayo pasado en Foz de Yguazú.

Agrega Infobae que el analista internacional Joseph Humire estudia desde hace años la actividad delictiva de Hizbulá y su accionar en América Latina; y recientemente terminó de escribir un libro sobre la temible presencia de este brazo armado en la región.

Humire, experto en Irak y exsoldado en la Marina estadounidense, explicó que el grupo actúa de manera asimétrica y tiene tres objetivos claros en la región. Primero, recaudar fondos mediante vínculos con el narcotráfico, el contrabando, el crimen organizado, y también recurriendo a las comunidades islámicas. En segundo lugar, vigilar blancos occidentales para atacar, esperando órdenes desde Líbano o Irán.

Estos objetivos son principalmente judíos o de Israel, pero también hay algunos de los EE.UU. Y tercero, servir como la primera línea de defensa para Irán, en caso de que un conflicto aumente en Medio Oriente, ya sea contra los EE.UU. o contra Israel.

“No hay Hizbulá aquí”

El abogado Ali Maied, representante de la comunidad árabe en Ciudad del Este, dijo que cada vez que a los analistas o periodistas internacionales se les antoja hablar de terrorista incluyen a la Triple Frontera sin fundamento alguno.

Recordó que, en 2012, informes de EE.UU. confirmaban que no existen células terroristas en la Triple Frontera, pero pese a esto se sigue reafirmando lo contrario.

Dijo que publicaciones de este tipo los molestan y sobre todo perjudican las negociaciones de los empresarios.

“Nos atacan porque estamos en una zona considerada débil”, apuntó.

“Nadie envía remesas al Hizbulá porque no hay Hizbulá aquí”, agregó.

En la Triple Fontera habría unos 20.000 árabes, de los cuales la mitad viven o trabajan en Ciudad del Este, donde cuentan con un colegio, varias asociaciones y están construyendo un templo mezquita de gran porte en plena zona céntrica.

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