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WASHINGTON (AFP). La Organización Mundial de la Salud (OMS), la agencia sanitaria de las Naciones Unidas, tiene la misión de promover la salud y de coordinar situaciones de emergencia, pero cuenta con unos poderes y una financiación limitados.
Después de varias amenazas de Trump de suspender las contribuciones por unos US$ 400 millones anuales, el mandatario estadounidense finalmente notificó al secretario general de la ONU, Antonio Guterres, que su país inicia la retirada del organismo.
Trump acusó a la OMS de haber encubierto la magnitud de la pandemia y dijo que las posiciones de la organización son muy cercanas a China continental, donde surgió el virus en diciembre y país al que también responsabiliza de su propagación.
Además, el Gobierno estadounidense afirmó que la OMS ignoró los primeros signos de transmisión entre humanos del virus, incluyendo las advertencias hechas por la República de Taiwán, que por las presiones de Pekín no forma parte del organismo de la ONU.
El retiro será efectivo en un año, es decir el 6 de julio de 2021.
Con US$ 893 millones aportados para el período 2018/2019 (15% del presupuesto de la OMS), es el primer suministrador de fondos, por delante de la fundación Bill y Melinda Gates, primer contribuyente privado, la Alianza para la Vacunación Gavi, Reino Unido y Alemania, y muy lejos por delante de China.
América
El distanciamiento social es “insuficiente” ante la posible transmisión aérea del coronavirus. Se trata de una alerta importante en América, cuyos países siguen sin encontrar soluciones para enfrentar la doble crisis: la sanitaria y la económica.
En EE.UU., que encabeza el listado mundial con casi 3 millones de casos y más de 130.000 muertes, la situación tiende a complicarse, con hospitales de Texas y Florida a punto de quedarse sin camas.
Detrás de EE.UU. a nivel mundial se ubica Brasil (1,6 millones de contagios y 65.000 fallecidos), pese a lo cual su ciudad más poblada y afectada, São Paulo –junto a Río de Janeiro– reabrió sus bares, restaurantes y peluquerías.
Con casi 40.000 casos y 1.400 muertes en Bolivia, este país de 11 millones de habitantes atraviesa su peor momento, con muertos en la calle y enfermos rechazados en hospitales.
Ese vaivén de medidas para hacer frente a la coyuntura siguió en Ecuador, donde más de 4.000 nuevas sanciones se registraron en una semana por incumplir el toque de queda que rige en el país.
Chile (más de 300.000 contagiados y 6.400 muertos) y México (unos 261.000 infecciones y 31.000 fallecidos) también se encuentran entre los diez países más afectados del mundo por la pandemia.