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WASHINGTON (AFP, EFE). El presidente de Estados Unidos Donald Trump, acusó a la Organización Mundial de la Salud de privilegiar a China (comunista) en la crisis, y de minimizar la amenaza que suponía el coronavirus en las primeras semanas de su expansión.
Además, insistió sobre la “mala gestión” y “ocultación” de información al inicio de esta pandemia en China, en diciembre.
El brote podría haberse contenido “con muy pocas muertes” si el organismo internacional hubiera evaluado objetivamente la situación en China, que Trump considera demasiado influyente en la organización.
Estados Unidos también acusó al organismo de desdeñar informaciones claves sobre el coronovirus procedentes de Taiwán y de “privilegiar la política sobre la salud pública” .
El reclamo tiene un antecedente. El síndrome respiratorio agudo grave (SARS) dejó entre 2002 y 2003 unos 8.096 casos, de los que 774 murieron en todo el mundo, de ellos 349 en China y 299 en Hong Kong.
En aquella ocasión, la misma OMS criticó a las autoridades chinas por haber demorado en dar la alerta y tratar de disimular la amplitud de la epidemia.
Alerta precoz
Las críticas contra la gestión del organismo mundial crecen luego de que la República de Taiwán le notificara ya el 31 de diciembre de 2019 una posible transmisión del coronavirus entre humanos, sobre la base de contagios entre el personal médico en Wuhan, cuna de la epidemia en China.
En esa misma ocasión, la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, reclamó a China Popular transparencia en la publicación de la información sobre el brote.
La OMS afirmó haber recibido el 31 de diciembre de 2019 de las autoridades taiwanesas un correo electrónico en el que se habla de “informaciones de prensa sobre casos de neumonía atípica en Wuhan”, y del hecho de “que las autoridades de Wuhan pensaban que no se trataba del SRAS”, pero que “de ninguna manera se menciona en ese correo una transmisión de humano a humano”.
Taiwán fue excluido de la OMS bajo presión de Pekín.
Cambios bruscos
La OMS dio giros bruscos en su estrategia en los últimos tres meses de guerra contra el covid-19.
Ya el 14 de enero, dos semanas después de que China le notificara la existencia de un nuevo coronavirus en Wuhan, la OMS alertó a las redes hospitalarias del mundo para que prepararan medidas de contingencia.
El 26 de enero, cuando en EE.UU. solo había dos casos confirmados, el director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, viajó a China para estudiar la lucha de ese país contra la pandemia, y cuatro días después declaró la emergencia internacional.
El 11 de febrero el organismo reunió en su sede en Ginebra a 300 epidemiólogos de todo el mundo para estudiar una respuesta coordinada, el 28 de febrero elevó a “muy alto” el riesgo de expansión global del covid-19, y el 11 de marzo declaró que éste se había convertido en pandemia.
Taiwán, excluida del organismo
Las relaciones entre la OMS y la República de Taiwán no son buenas pese a que la isla es considerada como un ejemplo en la lucha contra la pandemia, con solo 375 casos confirmados y cinco muertos, pese a su proximidad geográfica con China, su primer socio comercial.
China y Taiwán son dirigidos por regímenes rivales desde la guerra civil de 1949. La isla es autónoma pero Pekín la considera como parte de su territorio. Taiwán no integra de la OMS al “chocar” con el principio de “Una sola China” propugnado por Pekín.