“Medidas de emergencia podrían ser necesarias para responder a esta urgencia sanitaria. Pero esta situación de urgencia no es un cheque en blanco para ignorar las obligaciones en materia de derechos humanos”, dijo la Alta Comisionado de Derechos Humanos, Michelle Bachelet, informan las agencias AFP y EFE.
“En algunos casos, la epidemia se utiliza para justificar cambios represivos de la legislación ordinaria, que permanecerán en vigor mucho tiempo después del fin de la emergencia”, señaló la expresidenta de Chile.
“Me preocupa profundamente la adopción por parte de algunos países de poderes ilimitados de emergencia, no sujetos a revisión”, señaló.
Bachelet evitó dar ejemplos concretos, aunque la comunidad internacional ha criticado recientemente medidas como las tomadas por Filipinas o Hungría, cuyo Parlamento votó a favor de permitir que el primer ministro, Viktor Orban, gobernara por decreto bajo un estado de emergencia de duración indeterminada.
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Asimismo, existen en el mundo varias dictaduras y gobiernos autoritarios que, con esta pandemia, podrían aumentar sus controles sobre la población, con la escusa de la emergencia sanitaria.
En nuestro continente americano los casos más claros son la dictadura comunista de Cuba y sus aliadas las de Venezuela y Nicaragua.
Sobre Venezuela, precisamente, la agencia a cargo de Bachelet realizó un informe contundente en 2019 sobre los asesinatos, desapariciones, torturas y encarcelamientos cometidos por el chavismo.
Los regímenes como el chavista, podrían atenazar sus controles sobre el pueblo en estos tiempos.
En el curso de una reunión del Consejo de Derechos Humanos realizada por video, Bachelet expresó preocupación por las limitaciones a la libertad de expresión.
La “supuesta lucha contra la desinformación”, no puede ser utilizada para acallar las críticas. “La crítica no es un crimen”, remarcó.
“Hemos visto informes que daban cuenta de periodistas penalizados por haber informado de la falta de máscaras, de profesionales sanitarios amonestados por haber dicho que faltaban medios de protección y de gente ordinaria detenida por haber publicado mensajes sobre la pandemia en las redes sociales”, enumeró Bachelet.
Frente a la pandemia, que ha dejado casi 89.000 muertos, muchos Estados han tomado medidas extraordinarias, como Hungría donde se acordaron plenos poderes al primer ministro Viktor Orban para que legisle mediante decretos.
Asimismo, Bachelet hizo un llamado a los países para proteger a la población más vulnerable, como los detenidos, los pobres, las mujeres y los migrantes.
“Si no se controla, la pandemia puede crear desigualdades todavía más importantes”, estimó.
