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ISMAILIYA, Egipto (EFE, AFP). La importancia estratégica de esta clave vía marítima la colocó siempre en el centro de los conflictos regionales.
Sueño hecho realidad
A pesar de cumplir un centenario y medio, la idea de conectar el mar Mediterráneo con el mar Rojo se remonta al año 1874 a.C., cuando el faraón Sesostris III de Egipto ordenó la construcción manual de una versión muy primitiva del Canal de Suez.
Como consecuencia de la escasa tecnología que existía 4.000 años atrás, el proyecto fue abandonado en numerosas ocasiones y excavado seis veces, hasta que el diplomático francés Ferdinand de Lesseps inició las obras definitivas para abrir el paso artificial en abril de 1859.
No fue hasta 10 años después, el 17 de noviembre de 1869, que el Canal de Suez —una de las obras de ingeniería más ambiciosas de la época— fue inaugurada.
Por aquel entonces, la ruta marítima de 164 kilómetros tenía una profundidad de unos 8 metros y permitía el tránsito de embarcaciones de máximo 5.000 toneladas.
Hoy, 150 años después, el Canal de Suez se extiende por 193,3 kilómetros y ha sobrevivido a años de conflictos bélicos, numerosos cierres y hasta cuatro ampliaciones para adaptar la ruta a las necesidades del tránsito marítimo contemporáneo.
Símbolo de disputa
Lesseps hizo posible la obra de ingeniería soñada por los faraones hace cuatro milenios, reuniendo capital en Europa.
La infraestructura fue gestionada por franceses y protegida militarmente por los británicos, que tenían presencia en Egipto.
La empresa que operaba el canal fue estatizada por el presidente egipcio Gamal Abdel Naser en 1956.
Ante este hecho, franceses y británicos, intervinieron militarmente, buscando evitar perder el control de tan estratégica vía de comunicación mundial.
Aun más, cuando el gobierno de Naser simpatizaba con la dictadura comunista de la Unión Soviética, en esos años de la Guerra Fría.
Posteriormente, el diferendo fue solucionado diplomáticamente, quedando el Canal bajo administración egipcia, garantizándose el uso para la comunidad internacional.
El Canal de Suez fue uno de los frentes de batalla en la guerra árabe-israelí de 1967, tras la cual no operó a lo largo de ocho años hasta 1975, después de que las tropas egipcias consiguieran en 1973 controlar la orilla oriental del Canal y penetrar en la península del Sinaí, ocupada por Israel luego de la Guerra de los Seis Días.
Actualización
Si bien el Canal fue sometido a varias remodelaciones y ampliaciones a lo largo de su vida, la mayor obra fue emprendida por el actual presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi, que tras acceder al poder a través de las urnas en 2014 ordenó una megaproyecto para ampliar el canal en un tramo de 37 kilómetros y excavar uno nuevo paralelo de 35 kilómetros.
El presidente Al Sisi bautizó el Nuevo Canal de Suez como “el regalo de Egipto al mundo”, que costó más de 7.000 millones de dólares y quedó inaugurado en agosto de 2015.
El canal es una de las principales fuentes de divisas para las arcas de Egipto y en el ejercicio fiscal 2018-2019 generó unos ingresos de 5.900 millones de dólares, la cifra más alta de su historia.