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El edificio es uno de los más antiguos del casco urbano de Areguá y se abre al público el primer domingo de cada mes. El costo de la entrada es de G. 10.000 por persona.
Se trata de una casona con un estilo arquitectónico muy peculiar, que perteneció al Mariscal Francisco Solano López. El héroe de la Guerra Grande pensaba utilizarlo como su casa de verano, pero murió en la contienda antes de habitarla.
Fue construido en 1865 con un magnífico estilo arquitectónico y es considerado único en el país. Posee características neogóticas y diseño directamente inspirado en los castillos medievales.
Adquirió su denominación en homenaje a su propietaria doña Carlota Palmerola, quien luego donó el edificio al Arzobispado de Asunción, que asignó la propiedad a las hermanas dominicas, que actualmente tienen un museo y casa de retiro en el lugar.