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El viernes pasado se realizó la misa folclórica y en horas de la noche el Festival de la Tradición, con la actuación de relevantes artistas. El sábado, la gente vibró con el desfile de agrupaciones de caballería y cuadros alegóricos, y a la noche, la fiesta bailable.
Ayer llegó a su fin el evento con la fiesta de campo. Desde tempranas horas de la mañana, los visitantes se deleitaron con el espectáculo de doma de potros salvajes. Para el rudo hombre del campo, se trata de un inmemorial desafío entre el domador y el arisco animal.
Bravos caballos fueron domados por los jinetes, que llegaron de diferentes partes del país e inclusive de la provincia de Corrientes, Argentina. Asimismo, el multitudinario público aplaudió la tradicional corrida de toros con los payasos que animaron y mostraron sus destrezas. Bandas de música ponían ritmo y amenizaban la calurosa tarde misionera.
La destreza campestre prosiguió con la pialada, marcación, castración, volteada y otras demostraciones, llamadas en la jerga común como "faenas del campo".
Al mediodía se paralizaron por un momento las actividades, y no pudo se mejor pausa que aprovechando para el deguste del asado a la estaca, carne bien asada y condimentada, con el inconfundible sabor misionero.
TRABAJA SIN COBRAR EN MUSEO JESUÍTICO
Desde hace tres años es encargado del museo jesuítico de Santiago, donde se conservan valiosas estatuas y obras talladas en la época jesuítica. Se llama Seide Luis Ever Frutos Alderete, tiene 77 años, nació en San José de los Arroyos y dice ser tío del presidente Duarte Frutos.
Frutos Alderete pasa sus horas atendiendo y mostrando las piezas de incalculable valor histórico-cultural que posee el museo de Santiago. Comentó que lo hace ad honorem y que su sueño es que el Gobierno le remunere por el tiempo que le dedica al museo. Comentó que hace 10 años está instalado en Santiago y que trabaja muy de cerca con el párroco, el padre Cristino Insaurralde, de quien brindó muy buenas referencias y afirmó que le apoya bastante en su trabajo.
"Lamentablemente, la parroquia no me puede pagar porque no tiene dinero, pero yo confío en que alguna vez el Gobierno me pueda dar algo por este trabajo que hago desde hace tres años ad honorem", apuntó Frutos Alderete.