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“Para el lunes tendremos un informe que será elevado a nuestros superiores”, sostuvo el Ing. Miguel Ángel Molas, inspector de Empleo y
Seguridad Ocupacional del Ministerio de Justicia y Trabajo.
El técnico dijo que se constataron las denuncias de los trabajadores, pero que la empresa felizmente se está adecuando a las exigencias legales, en cuanto a las medidas de seguridad y condiciones laborales de sus empleados.
Obreros de la firma habían denunciado, en enero pasado, que vivían en condiciones de semiesclavitud, trabajando 12 horas por día, por una paga que no llegaba a los G. 60.000 diarios. A la irregularidad en el pago de salarios se sumaban las deplorables condiciones higiénicas y de seguridad en que desempeñaban sus tareas, en un ambiente en el que predominan el polvillo de madera y gases tóxicos de los elementos químicos empleados en la fabricación de las terciadas. Ninguno de los cerca de 60 operarios, algunos con nueve y diez años de antigüedad, disponía de seguro social (IPS), ni contaba con vacaciones ni pagos de horas extras.
La empresa fue sancionada con una multa y pidió 20 días para su adecuación. La semana pasada, dos inspectores iniciaron una intervención para constatar el cumplimiento de las medidas de adecuación.