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LA COLMENA (Aldo Lezcano, corresponsal).- Integrantes de una comisión vecinal de la compañía Mbocayaty, liderada por Abel Marino Cantero Rojas, denuncian que el cerro Mbocayaty, a ocho kilómetros del centro urbano del distrito, está siendo depredado desde hace unos tres meses, desde que se produjo la venta.
El intendente de esta ciudad, Mario Melgarejo (ANR), verificó el lugar y escuchó la queja de los vecinos. Le explicaron que semanas atrás comenzó la deforestación en el cerro.
Los habitantes de la zona indicaron que la serranía, que linda con varias propiedades, es considerada como reserva y desconocen que alguna vez haya pertenecido a un particular.
También le entregaron una nota en la que mencionan que la zona es rica en recursos naturales, con nacientes de arroyos y bosque nativo donde abundan animales silvestres. Indicaron que ellos son celosos custodios del lugar, que ahora está muy amenazado.
“La preocupación se agudiza. No nos gustaría ver nuestra comunidad deforestada y privada de sus recursos naturales, como los árboles que actualmente ya están siendo talados por culpa de las ambición económica de un extranjero que quiere arrebatarnos”, señaló Abel Cantero Rojas.
Leonor Ávalos (84) exhibió un croquis antiguo en el que el sector del cerro está identificado como fracción reservada.
Unos 50 lugareños y los escolares de la escuela Hernando Bertoni realizaron el jueves último un cierre simbólico del tramo La Colmena-Tebicuarymí.
El intendente Melgarejo manifestó que tiene la información de que una japonesa de nombre Yuki aparece como una antigua dueña, pero que nunca apreció en la zona. También dijo que se enteró de que la oriental le vendió el inmueble a una familia coreana, que sería la encabezada por Jungsoo Park y Young Nan Crinion.
“Como autoridad voy a acompañar a los lugareños de ser posible para que quede como reserva. Nuestra zona ya está muy deforestada y ya es inadmisible que se siga dañando el medioambiente”, dijo el jefe comunal.
Andrés Arévalos es el supuesto amigo del nuevo dueño. Con él viven los supuestos encargados del inmueble que se negaron a identificarse y tampoco quisieron facilitar los números telefónicos del patrón.
“Acá ya está una resolución y quien no está de acuerdo, paciencia. Se va a cumplir sí o sí y si es necesario a la fuerza”, dijo Arévalos.