Cargando...
PILAR (Clide Noemí Martínez, corresponsal). El aeródromo fue construido por el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) en 1978, durante el gobierno de Alfredo Stroessner. Cuenta con una pista de cemento de 1.500 metros de largo por 18 metros de ancho, que se mantiene operable a pesar del paso del tiempo y sin que hasta la fecha haya sido objeto de un mantenimiento importante.
En 1983 la terminal aérea, cuando las aguas ocupaban gran parte de la capital departamental y un gran tramo de la ruta IV “General Díaz” quedó sumergido, permitía que las aeronaves del Transporte Aéreo Militar (TAM) continuasen ofreciendo un vital puente aéreo para quienes resistían en los pocos sitios secos de la ciudad. La importancia que tiene el aeródromo en situaciones complicadas quedó demostrada en las sucesivas riadas que afrontó el departamento. En la historia reciente, desde el 2014 y hasta la actual emergencia por las lluvias que azotaron la zona, sus modestas instalaciones sirven para el funcionamiento del Centro de Operaciones de Emergencia de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN). De este sitio se trasladan los víveres, medicinas y otros insumos a diversos puntos del departamento. Sin embargo, a pesar de la gran trascendencia histórica y la importancia para el desarrollo de la zona, el sitio no fue beneficiado con ninguna obra de mejoramiento sustancial y las tareas de mantenimiento fueron esporádicas e insuficientes desde su construcción.
Una de las necesidades más urgentes del aeródromo es la ampliación de las cabeceras 1.000 m² para facilitar la maniobra de las aeronaves. Asimismo, a pesar de innumerables promesas, ni siquiera hay un acceso asfaltado, por lo que muchas veces se observa que tripulantes de aviones que están listos para volar a Asunción u otros destinos, tardan más en trasponer los aproximadamente 1.000 metros del acceso a la pista, que el viaje a destino.
Tampoco está afirmado el sector del estacionamiento, que precisa de una plataforma de hormigón de 3.000 metros cuadrados. Los empresarios, extranjeros y nacionales, que operan con el puerto de Pilar, lamentaron que el aeropuerto no tenga el apoyo para lograr del Estado la habilitación internacional.
Faltan oficinas públicas
El aeropuerto de Pilar tampoco cuenta con oficinas públicas como la Dirección Nacional de Aduanas, Migraciones, entre otras. Los militares argentinos que fueron enviados para auxiliar al Ñeembucú debieron trasladarse inicialmente a Encarnación para realizar los trámites de entrada al país y luego llegar a la zona.