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GENERAL RESQUÍN, San Pedro (Omar Acosta, corresponsal). Nilda Pérez, una de las 30 integrantes de la comisión de presuntos sintechos, dijo que decidieron “tomar” las viviendas porque están abandonadas desde hace mucho tiempo. “Ya comenzamos a limpiar, y trataremos de terminar la construcción, indicó.
La mujer advirtió que no saldrán del lugar porque necesitan vivienda. “Nadie puede quitarnos la casa, porque todos somos pobres y esto se construyó para gente pobre”, argumentó.
También manifestó que si la Secretaría Nacional de la Vivienda y el Hábitat (Senavitat) quiere terminar las obras, los ocupantes van a cooperar, con la condición de que las personas adjudicadas sean ser las ocupantes.
Por su parte, María Villalba, otra “sintecho”, solicitó conexión de agua potable y energía eléctrica.
“Ya nos mudamos y vamos a quedarnos acá. Ahora necesitamos que nos instalen agua potable y energía eléctrica”, expresó la mujer.
A su turno, el intendente de este distrito, Eugenio Rodas (PLRA), lamentó el desinterés de la Senavitat para resolver el problema de atraso en la construcción de las casas. “Hemos denunciado en su momento el abandono de las obras, pero no tuvimos repuestas”, expresó.
Rodas explicó que la Municipalidad adquirió el inmueble, y que espera la terminación de las obras para la adjudicación. “No sé quienes son las que ocupan, y ya no depende de mí; queda en manos de Senavitat resolver el problema”, agregó.
La construcción fue abandonada completamente hace más de un año, en plena etapa de terminación. Incluso gran parte de la obra fue rapiñada, y pese a la serie de denuncias formuladas por el intendente Rodas, Senavitat no dio oportuna respuesta.
Obras abandonadas
En la colonia Naranjito también están abandonadas otras 20 viviendas, pero en esa localidad ni siquiera llegaron a ser techadas.
Con relación a este caso, el intendente Rodas manifestó que le informaron desde la Senavitat que se reanudarán las obras.
En el departamento de San Pedro abundan las obras inconclusas y abandonadas de la Senavitat.
En Santa Rosa del Aguaray, en el asentamiento 6 de Enero, se inició la construcción de unas 60 viviendas, pero fueron abandonadas en la etapa del cimiento.
En San Pedro de Ycuamandyyú la edificación de otras 60 casas quedaron paralizadas en etapa de terminación. En la comunidad indígena Yvy Poty, también de la capital departamental, otras 60 viviendas están en las mismas condiciones.