Cargando...
SAN LORENZO (Antonia Delvalle C., corresponsal). El parto por cesárea fue el 27 de enero último. De acuerdo a las fuentes médicas, no hubo complicaciones y tanto la precoz madre como el recién nacido se encuentran en buen estado de salud. El embarazo fue consecuencia de un abuso sexual, ya que el Código Penal así lo define y establece una pena de 2 a 10 años de cárcel para el autor, como en este caso.
El abuso sexual en niños está tipificado en el artículo 135 de la referida ley.
El caso aún no tiene fiscal designado para investigarlo, atendiendo a que la víctima es una menor en estado de vulnerabilidad, con el agravante de que vivía en situación de extrema pobreza. La progenitora de la niña-madre falleció el pasado 1 de enero en un accidente de tránsito, dejando otros niños más pequeños, según las fuentes oficiales.
Ante esta situación la jueza de primera instancia de la Niñez y Adolescencia del segundo turno de feria de la capital, Alice González Delorme, tras el pedido de la defensora pública de feria Luz Chávez, había dispuesto la atención especial a la niña, más la contención sicológica. Además, la guarda de ella a familiares residentes en un distrito del departamento Central.
Según las explicaciones brindadas por nuestras fuentes, las acciones tomadas fueron tendientes a precautelar la salud y vulnerabilidad de la niña y del bebé.
La menor sigue con soporte sicológico para que pueda sobrellevar el estado de cosas y para que luego pueda aportar mayores datos con relación al padre de su bebé. Aunque de tratarse de un novio, aún no está en edad de saber si era adecuada o no su forma de vivir, explicaron las profesionales.
Los embarazos precoces no son solo de ahora. Sin embargo, sucede que actualmente se tiene más conocimiento de los casos y es un tema preocupante que deja al descubierto la vulnerabilidad de los menores, que sea o no un caso de abuso, deben cargar con el peso psicológico que conlleva.
Además de la responsabilidad de los padres o tutores, se evidencia que las instituciones que deben velar por los derechos de los niños y adolescentes poco o nada hacen para cumplir su misión.
Un caso emblemático
En agosto de 2015, una niña “Mainumby” de diez años de edad tuvo un hijo de su padrastro, que abusaba de ella desde que tenía 6 años. Fue un caso emblemático, que generó debate sobre la falta de protección de los menores de edad de las agresiones sexuales, sobre el aborto, el derecho de la niñez, las cuestiones religiosas y otros puntos relacionados al complejo tema.