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SANTA ROSA DEL AGUARAY, Dpto. de San Pedro (Omar Acosta, corresponsal). En marzo de 2013, los pobladores del asentamiento Pedro Giménez de este distrito denunciaron a través de nuestro diario la realidad lamentable en que los alumnos de la escuela San Isidro Labrador daban clases. Los 200 alumnos se sentaban sobre troncos ante la falta de muebles, unos galpones de madera servían como aulas, utilizaban insalubres letrinas y bebían agua de un pozo común.
Ante el desinterés del Ministerio de Educación (MEC), la Gobernación de San Pedro y la Municipalidad local, la multinacional Cargill decidió ayudar a la comunidad. Conjuntamente con los padres de familia están construyendo aulas y sanitarios, pero necesitarán muebles y esperan que de eso se encargue el MEC o el gobierno comunal o departamental.
La firma también instalará una motobomba para extraer agua del pozo común de la institución.
“Es un gran regalo. Los responsables de la empresa nos visitaron y no creíamos lo que nos prometieron, pero ahora está a punto de terminar”, dijo el presidente de la comisión de padres, Wilson Saucedo.
Explicó que la empresa provee los materiales y les paga a los albañiles. Como contrapartida, los padres de familia ayudan en la construcción.
La comunidad educativa el año pasado gestionó el apoyo del MEC, la Municipalidad local y de la Gobernación de San Pedro, pero no obtuvo respuesta. Actualmente, la administración del intendente Mario Benítez (ANR) está siendo cuestionada porque no explica el destino de más de G. 800 millones del Fondo Nacional de Inversión Pública y Desarrollo (Fonacide), que deben ser invertidos en el mejoramiento de la infraestructura de escuelas y colegios, además del almuerzo escolar.