Un hallazgo capaz de cambiar el futuro de Vallemí

El hallazgo del fósil del perezoso gigante en una caverna ubicada a 19 kilómetros de Vallemí podría cambiar el estilo de vida de los habitantes de dicha localidad a través de la explotación de turismo y la ciencia, dijo el diputado David Ocampos (Unace), titular de la comisión de Ciencia y Tecnología de la Cámara Baja. Fue durante la visita al yacimiento para iniciar los trabajos de extracción.

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La comitiva arribó a Vallemí el pasado jueves para iniciar la extracción del material; sin embargo, la Junta Municipal del distrito de San Lázaro se opuso a que se inicien los trabajos antes de contar con el documento oficial del Ministerio de Educación y Cultura por temor a que la comunidad local no perciba beneficios por el descubrimiento.

La oposición motivó a la viceministra de Cultura, Graciela Bartolozzi, a planear un viaje al sitio para calmar los ánimos de los pobladores y presentar la documentación oficial requerida. La ministra de Turismo, Liz Cramer, expresó también sus deseos de colaborar con esta iniciativa, a través de un plan de desarrollo turístico de manera a potenciar los hallazgos de la zona.

Rescate urgente

El equipo técnico ingresó a la caverna Risso, ubicada a 19 kilómetros de Vallemí, para verificar el estado de los huesos. Estos se encuentran extremadamente deteriorados, explicó Víctor Filippi, paleontólogo e investigador de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Asunción.

“El fósil se encuentra en un estado muy avanzado de deterioro, necesita ser trasladado a un sitio donde pueda ser preservado con el debido proceso”, relató Filippi a ABC Color durante la visita. El tratamiento con químicos especiales y en un ambiente controlado es necesario para la preservación del material científico.

El plan es trasladar el fósil a la Facen, donde se cuenta con la infraestructura y la capacidad técnica necesarias. Los investigadores realizarán luego una réplica a escala, junto con la explicación del animal y del ambiente donde habitaba, para trasladarlo a un museo en la ciudad de Vallemí.

Ya que probablemente no sea el último descubrimiento de fósiles y el procedimiento podría ser repetido con otros restos, este museo podría convertirse en un centro científico en la zona necesario para potenciar el turismo en la zona.

El descubrimiento

En agosto del 2011, un grupo de científicos ingresó a la caverna Risso, cuando un derrumbamiento de rocas permitió al equipo visualizar huesos de lo que pertenecería a un animal prehistórico.

Después de largas horas de cuidadosas excavaciones, los investigadores destaparon el fósil de lo que luego confirmaron era un Cantonyx cuvieri, comúnmente conocido como un oso perezoso gigante.
Esta especie de la época geológica del Pleistoceno, de hace siete mil a siete millones de años, solo había sido hallado previamente en Brasil.

Podremos reconstruir los huesos del animal y conocer en detalles cómo era el ambiente en el que se desenvolvía hace millones de años”, explicó Filippi.

El grupo no pudo continuar con los trabajos en su momento por pedido de los propietarios, quienes acordaron permitir el ingreso al sitio cuando les sea otorgada una licencia ambiental de la Secretaría del Ambiente para explotar un cerro ubicado a 400 metros de la caverna.

La licencia ambiental fue otorgada en febrero de este año, cuando reiniciaron las negociaciones entre la secretaría de Cultura, la Seam, los propietarios y los investigadores para rescatar al fósil de manera a que pueda ser estudiado y preservado.

Los planes de explotación de los cerros adyacentes preocupan profundamente a los expertos, quienes aseguran que por las características de las rocas en la caverna, el resto del material científico podría perderse para siempre.

mayra.rivarola@abc.com.py

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