Tobatí exhibe con orgullo sus tallados en madera

TOBATI (Magdalena Benítez, de nuestra redacción regional). El tallado en madera tiene profunda raíces en esta zona, ya que esta práctica comenzó en estas tierras hace más de cuatro siglos en la época de la evangelización franciscana. Hermosas figuras en timbo, paraíso, trébol, cedro, palo santo y otras maderas cobran vida cada día en las manos de los humildes pobladores de la compañía Rosado.

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El tallado de máscaras de indígenas o simples rostros (kamba ra’anga) es lo que más identifica a la producción artesanal de Rosado, así como a la familia Esquivel.

Se cree que es resultado directo de la influencia indígena de los "Chiriguanos-coloniales", quienes adoptaron de los Chané Araguak la costumbre de rendir culto luciendo máscaras.

Estos utilizaban estas caretas para los rituales relacionados con la cosecha de ciertos frutos; los rosadinos la usan cada 6 de enero para honrar con danzas a Los Reyes Magos, según el libro "Tobatí: Tava-Pueblo-Ciudad", publicado en 1995 por el Pbro. Teófilo Cáceres Vega.

Tras más de 400 años, actualmente, hombres, mujeres, jóvenes, niños y mayores siguen dándole forma a la madera. Hoy por hoy, además de las máscaras, "cobran vida" seres mitológicos, animales acuáticos y silvestres, figuras indígenas, el labrador con su alzaprima o su cachape, imágenes de santos y símbolos sacros y otros frutos de la creatividad e imaginación de los rosadinos. Los materiales utilizados por los artesanos son totalmente rústicos, hasta la famosa prensa yvyra (prensa de madera).

La producción se vende en las galerías de Asunción, en las ferias llevadas a cabo en diferentes puntos del país y en la misma compañía. También realizan trabajos sobre pedido y al por mayor.

Así como ocurre con muchas reliquias artesanales de nuestro país, la de Rosado carece de apoyo oficial para ir ganando mercados, más que nunca necesarios en estos tiempos de gran competencia por el fenómeno de la globalización y las consecuentes exigencias comerciales impuestas.
Néstor Portillo Esquivel es el presidente del Comité de Artesanos "Mburucuyá", que fue creado cinco años atrás para procurar el desarrollo de la actividad artesanal y de la compañía, ubicada a apenas dos kilómetros y medio del centro de la ciudad. Comentó que el tallado en madera es el medio de subsistencia de la mayoría de las familias rosadinas. Mediante la agremiación, la población también gestiona el desarrollo comunitario. Actualmente están trabajando para construir un puesto de salud y una cabina telefónica. También anhelan la concreción de un proyecto de empedrado de la calle que apenas cuenta con dos kilómetros y medio, así como con la instalación de una red trifásica del servicio de energía eléctrica para poner en funcionamiento las maquinarias de la escuela-taller.
PATRIMONIO DE ROSADO

Portillo Esquivel expresó que el sueño más grande de los rosadinos es que la escuela-taller entre en funcionamiento para poder preservar el tallado en madera, que consideran un patrimonio de la comunidad. Al respecto, señaló que el arte ha ido transmitiéndose de generación en generación durante siglos. Añadió que el Gobierno nacional, sea a través del Ministerio de Educación y Cultura (MEC), el Fondo Nacional de la Cultura y las Artes (FONDEC) o la misma Secretaría de Turismo, podría prestarles el necesario apoyo para lograr el objetivo.

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